Chile: Breve Imaginería política - 1970 - 1973

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Extractos

 

¡Qué sorpresa con la nueva página!

Uno se mete ahí y no dan ganas de salir, y se pone uno a masticar los recuerdos que se agolpan de repente y da un calorcito rico reviviendo momentos asociados a todos esos discos… Es un regalo de Pascua que nos hacen a todos. Hace bien ver todo eso.
Canadá.

Muchas felicitaciones por su página web,

es un gran aporte a la memoria, saludos.
Marcel Young. Chile.

La verdad es que como a diferencia de muchos,

todos mis recuerdos cuando vi esta página están revueltos con el silencio, las imágenes de infancia, los olores, los colores y los sonidos que me vieron nacer, y no con una relación de experiencias abierta y directa...

Yo nací el año 1982, cuando la UP había terminado hace un buen rato su gobierno y todo era bastante diferente a como era en los setenta. Pero aquí estoy... tengo 20 años y soy estudiante de historia y buscando información para un trabajo sobre la propaganda de Allende, su relación con la Nueva Canción Chilena y un paralelo con lo que hoy sucede con Lagos en ese aspecto.

Estuve horas pegada en su página, que me abrió una puerta con imágenes buenísimas, e información muy ordenada y valiosa que estoy segura, no sólo me servirán para contextualizarme históricamente, sino también para descubrir cosas, que están en mí y en mi generación, que aún no se manifiestan por completo. Felicitaciones por su dedicado y agradable trabajo.

Judith Silva, Santiago, Chile.

Odio a Puente Alto ...

Así de fuerte... ese pueblo que ha sufrido el descuartizamiento de la actualidad y la posmodernidad. Una ciudad pequeña que podría haber sido una aldea de Teillier junto a las montañas de la precordillera y el Cajón del Maipo, las asoleadas y puras tardes de aire, sus casas de reja y jardín, allí llegué a vivir por causas del destino hace 12 años, hasta una victoria con 2 caballos blancos habia en la plaza.

... Una ciudad de 100 mil habitantes es todavía humano, pero los gobiernos, el sistema salvaje fue a depositar a los campos de Puente Alto a miles de allegados, extrema miseria, los pobres del sistema, y en pocos años se desborda a casi 500 mil almas metropolitanas. Las calles están llenas, autos colectivos que humean gente pobre recién llegada de poblados o campamentos obreros, empleados que repletan los negocios, las carnes Darc y Sta. Ana con sus equipos guachacas en las puertas, la Chilenita, el Monserrat, casas de disco y los viejos restaurantes Savoy, La Casona. Donde hubo 2 o 3 quintas de recreo, hoy lucen La Polar, Guendelman, Michaely. En la plaza circulan los punk y trascher, flaites, con risotadas y equipos negros ¡pulento bacán! ¡lo molesto con una moneda papito! Terribles de pulentos, dónde la viste allato, acato, los flaites reconchas ya al tope de gente. Como si en una casa Serviu de 40 mts. metieran 20 personas viviendo juntas y todos se tiran peos, escupen, vomitan con su celular pegado a la oreja que tanto gusta a los arribistas pobres, a los pobres idiotizados, a los pobres bacanizados que miran los mall y sacan tele y sacan microonda los culiados. Vivo en esa mierda, corro esas calles con sus gritos evangélicos míseros, a un lado están conectados los charros de Jehová, aúllan a Dios a sus parlantes negros y, más allá la UDI ofrece regalos para el Cambio mientras los mendigos zamarrean pidiendo moneas, todo está lleno, el Banco del Estado colas enormes y el Banco de Chile, del Desarrollo, todo lleno. Y la inocente Papelera, del grupo Matte-Larraín donde entran y salen enormes camiones por las calles laterales, el humo que cubre las noches de la Papelera iluminada. O de la Volcanita. Por encima vuelan las nubes y las grandes montañas parecen que fueran a salir disparadas por el cielo, yo también vivo al lado de nuevos ricos, tipos de la papelera, patanes de nuevo cuño, groseros ex pinochetistas, pero con 2 y hasta 3 autos que ponen sus equipos a todo volumen cuando se les ocurre, pschh estoy en mi casa hago lo que quiero, los nuevos ricos arreglan sus frontis conversan de fútbol, de tele, de autos que chillan sus alarmas inhalámbricas. Son la nueva clase del sistema. ... Estoy hablando como un conservador que añora a la gente antigua, que decía provecho cuando entraba a un restaurante donde había alguien almorzando, gente que se saludaba, la amistad comunal dicen ellos: podíamos salir en la noche, en Puente Alto todos nos conocíamos, y todavía están allí y ven perplejos su ciudad hecha mierda. El ex-Puente Alto bebe en La Rueda, el Rancho Chileno, chicha cruda y cocida, el Rancho, donde iba hace muchos años con mis amigos cuando yo mismo vivía en los campos de la Pintana junto a los cuequeros y jugadores de rayuela que todavía existen en la calle Eyzaguirre, en cuyas puertas están parados, sentados, tirados los más grandes destacamentos de alcohólicos unidos que se haya visto, salen de mañanita y se paran allí durante años, se juntan para beber y beben día y día, son unos espectros que después quedan despedazados allí con sus locuras. Y en la esquina de Eyzaguirre las corneteras que se paran, de las poblaciones, o cogoteras que asaltan a los curados de los restaurantes viejos y destripados. Unos metros más allá se produce el milagro, se levantan los grandes templos del consumo Lider, Home Depot, Plazuela Independencia llena de tiendas y cines Hoyts tipo Miami, es Miami, es norteamerica puesta allí por las megacorporaciones porque Puente Alto lo necesita porque ya no es una aldea pre-cordillerana, es una gran ciudad de la pobreza con medio millón de chilenitos que va dejando sus billetitos día a día porque les gusta lo moderno y lo bonito. La gente que el sistema tiene agarrados del alma, que antes se les decía sin conciencia de clase o enajenados y que a la fecha son la inmensa mayoría.

... ¿Es vida esa? ¿Es vida ir en una micro llena por 1 o 2 horas para recorrer paradero por paradero oyendo conversaciones de mierda? Ay que me compré esto, o voy a sacar este aparato que tiene incorporado este otro aditivo que vi en la tele, y hablando fuerte, desenfundando el celular con el Johoannatan y la Jakcye, y el Byron y el Matías... oche cachai. Los nuevos chilenos ... vivir aquí es una temporada en el infierno posmoderno, de estos países patio trasero de las producciones yankys, japonesas, chinas, coreanas. Es la ley de la selva porque de pronto uno baja del bus y llega, pero cae encima de un muerto que hay botado en el suelo por una pelea, mataron a un punk, mataron al viejo que vende sopaipillas, mataron a un neoprenero papito, mamita, la pulenta. ... Pero acaso no es un privilegio vivir la destitución de las ciudades contemporáneas pasadas por la carnicería militar-empresarial, la llegada del sistema capitalista salvaje con sus catedrales del consumo y su aparataje y clientela.

... Palacios que arman en un 2 por 3 tirando los tabiques de volcanita y de cemento ladrillo hueco que pesan 10 toneladas, sólo hay que botar un parque de pinos grandes, raspar la tierra y proceder.

... Sí, es un privilegio estar viviendo este período, vivir en Puente Alto superpoblada, hedionda, maníaca, junto a la ropa usada que lanza su profundo olor, ciudad enferma al máximo. Y recordar la canción Venceremos y El pueblo unido jamás será vencido y mirar a los mendigos y macheteros y vendedores de micro por encargo de Importadora Iberoamericana... y las corneteras, los punks, trascher, skin, mis vecinos lumpen, esa masa de ordinarios y grotescos que rueda y rueda, pero mirarlos a los ojos al fondo de los ojos y decirse uno mismo:

... ¡Ama al prójimo como a ti mismo!

José Angel Cuevas. Chile. http://www.letras.s5.com/cuevas021102.htm

Efectivamente, llegué hasta el final de esta secuencia,

transportado en el tiempo por estos fragmentos espacio-temporales de cuya abundancia no puedo sino felicitarlos. Viví esta época de muy niño, en Chile, y quedé marcado por la fuerza de los acontecimientos... Cada vez que puedo busco esas imágenes de un tiempo ido, fulgurante, en el que mis padres tenían pasiones e ideales... Lo que vino después es triste, pero qué se le va a hacer... ¡ A reencontrarse con los sueños !
Jorge Van Lorr. Santiago, Chile.

LIBERTAD AHORA PARA SYBILA ARREDONDO.

Conocí a Arguedas una tarde cualquiera en Santiago, a la salida del Darío Salas, terminaba ya la secundaria. Un compañero me dijo, vamos a almorzar a casa, gratos tiempos de la solidaridad y amistad.
Bien, y partimos caminando hacia la Alameda. La sorpresa es que allí se encontraba uno de los más profundos ríos de la literatura latinoamerica: José María Arguedas, peruano raizal. Escuchamos en riguroso y ritual silencio la músical voz quechua ya ancestral del Perú real, donde el Virreynato se perdía en ruidosos alcanfores y en el ajetreo del juego y las mercancías.
Años después, conocería muy de cerca, en la intimidad de la vida y la poesía, a otro de los ríos profundos, pero de la poesía chilena, Jorge Teillier, un clásico en la reconocida poética de Chile. Con Jorge mantendría conversaciones amicales durante años y compartiríamos el oficio, la amistad, los vinos, la bohemia santiaguina, las risas, y siempre nos despediría el poeta de Lautaro, con los universales versos nerudianos de la Canción desesperada: es la hora de partir, oh abandonados. Teillier ya se había separado de Sybila Arredondo y ella se casaría posteriormente con José María Arguedas en el Perú. Siempre me he preguntado ¿qué tendría esta magnífica mujer chilena para encantar a esos dos magos de la literatura?.
No la conocí a Sybila Arredondo, pero forma parte del mito de la literatura chilena y ahora peruana. Siempre escuché hablar de su gracia, porte, de su majestuosa condición de mujer hermosa, atractiva e inteligente. Hija de la escritora y hermana en la vida de Gabriela Mistral, Matilde Ladrón de Guevara, sus títulos morales e intelectuales se exhibían sin mayores preámbulos y retórica. Nos quedamos con esa imagen de la mujer de las tertulias literarias e intelectuales, de la convicción social y de la entrega solidaria y del compromiso. Hoy estoy a miles de kilómetros de Sybila Arredondo, en el trópico, y la siento firme en mi corazón atribulado, por la inmoral condena que sufre desde hace 14 años en una de las cárceles del Perú, El Chorrillo.
Sybila Arredondo ha sobrevivido dos matanzas dentro de ese penal, en tiempos de Alan García y de Alberto Fujimori.
Ha vivido durante años bajo el tratamiento de las cárceles de alta seguridad, donde se le condena en vida a muerte, aislada, humillada, sin la posibilidad de comunicarse, ni expresarse como ser humano.
Todos conocemos las condiciones infrahumanas de esos presidios, pero el tema es aún más degradante, porque Sybila ya cumplió su pena, además que la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas demandó hace años su libertad inmediata.
Nadie puede ignorar que estamos ante una mujer que ya cumplió los 66 años de edad, de los cuales, ha estado 14 detenida injustamente.Su madre, que ya tiene 92 años, como su familia, han sufrido estos años todas las consecuencias de un proceso injusto, arbitrario, que ha quedado al descubierto con la frase necrofílica del ex presidente Alberto Fujimori, que sólo recibirán las osamentas de los presos.
Dos veces fue absuelta Sybila Arredondo por no encontrarse las pruebas necesarias para inculparla y aún asi permanece en el presidio. Pagó además 1000 días en trabajo, que equivalen a 500 de presidio.Y aun así se le mantiene en prisión.
Me pregunto: ¿qué espera el presidente democrático del Perú, Alejandro Toledo para hacer honor a su alta investidura y al compromiso que adquirió de liberar a Sybila Arredondo, no sólo por una cuestión humana, sino de justicia y honor?
Hago un llamado público a todos los escritores y periodistas chilenos,en primer lugar, a los intelectuales del mundo, a las personas de buena voluntad, hombres y mujeres, creyentes en los derechos humanos, la solidaridad y justicia igual para todos, a dirigirse al gobierno del Perú, y solicitar la inmediata libertad de Sybila Arredondo.

Rolando Gabrielli. Panamá.

NO, en nuestro nombre

Que no se diga que en Estados Unidos la gente no ha hecho nada cuando su Gobierno ha declarado una guerra sin límites y ha instaurado nuevas medidas represivas.

Los firmantes de este llamamiento invitan a la población estadounidense a resistir a las políticas y a las directrices generales que han emergido tras el 11 de septiembre y que ponen en grave peligro a los pueblos del mundo.
Nosotros creemos que las personas y las naciones tienen derecho a determinar su propio destino, libres de cualquier coerción militar de las grandes potencias. Creemos que todas las personas detenidas o perseguidas por el Gobierno de Estados Unidos deben tener los mismos derechos. Creemos que plantear preguntas, criticar y disentir son actitudes que deben ser valoradas y protegidas.
Creemos que las personas con conciencia deben asumir la responsabilidad de las acciones de sus gobiernos, y ante todo debemos oponernos a las injusticias cometidas en nuestro nombre. Invitamos a todos los estadounidenses a resistir frente a la guerra y la represión que han sido lanzadas sobre el mundo por la administración Bush. Es injusta, inmoral e ilegítima. Decidamos hacer causa común con los pueblos del mundo.
Nosotros también hemos contemplado con angustia los terribles acontecimientos del 11 de septiembre del 2001. Nosotros también hemos llorado las miles de víctimas inocentes y nos hemos horrorizado ante la terrible carnicería, que nos ha traído a la memoria escenas similares en Bagdad, Panamá o, hace una generación, en Viet Nam. Nosotros también nos hemos preguntado, como millones de estadounidenses, cómo es posible que algo así haya ocurrido.
Pero mientras el dolor estaba apenas en sus comienzos, las más altas instancias han desencadenado su espíritu de venganza. Han acuñado una consigna simplista: buenos contra malos, que inmediatamente ha sido adoptada por unos medios de comunicación sometidos y acobardados. Nos han dicho que el mero hecho de plantear preguntas sobre estos terribles sucesos rozaba la traición. No debía haber debate alguno. No había lugar para las dudas éticas o políticas La única respuesta posible era la guerra en el exterior y la represión dentro de casa. En nuestro nombre, la administración Bush, con la casi unanimidad del Congreso, ha atacado Afganistán y se ha arrogado, junto con sus aliados, el derecho de destruir fuerzas militares en cualquier lugar y momento. Las brutales repercusiones se han hecho sentir desde Filipinas hasta Palestina, donde los tanques y los bulldozer israelíes han trazado un terrible sendero de muerte y destrucción. Y el Gobierno se dispone ahora a emprender una guerra total contra Iraq, un país que no tiene ninguna relación con los hechos del 11 de septiembre. ¿Qué clase de mundo será este si se permite al Gobierno de Estados Unidos lanzar comandos, asesinos y bombas dondequiera que se le antoje? En nuestro nombre, el Gobierno ha creado en Estados Unidos dos clases de ciudadanos: aquellos a los que al menos se les prometen los derechos básicos del sistema legislativo y aquellos que ahora no parecen tener derecho alguno. El Gobierno ha arrestado a más de mil inmigrantes y los ha encarcelado en secreto y sin límite de tiempo. Centenares de personas han sido deportadas y centenares siguen en prisión. Por primera vez en décadas, los procedimientos de inmigración someten a determinadas nacionalidades a un tratamiento desigual.
En nuestro nombre, el Gobierno ha desencadenado una oleada de represión en la sociedad. El portavoz del presidente ha intimidado a la gente diciendo que tengan cuidado con lo que dicen. Los artistas, los intelectuales y los profesores disidentes ven sus puntos de vista distorsionados, atacados y eliminados. El llamado Patriot Act, junto a un sinfín de medidas similares en los diversos estados, da a la policía nuevos y más amplios poderes de investigación y secuestro, con la cobertura de procedimientos secretos.
En nuestro nombre, el ejecutivo ha usurpado constantemente los papeles y las funciones de las otras ramas del Gobierno. Una orden ejecutiva ha puesto en funcionamiento los tribunales militares. Una firma presidencial basta para definir como terrorista a un determinado grupo de personas. Debemos tomarnos muy en serio a los gobernantes cuando hablan de una guerra que durará una generación y cuando hablan de un nuevo orden. Nos hallamos frente a una nueva política imperial hacia el mundo y una política interior que genera y manipula el miedo para limitar los derechos. Hay una estrategia mortal en los acontecimientos de los últimos meses, que debe ser vista como lo que es y frente a la cual hemos de resistir.
Demasiadas veces en la historia la gente ha esperado para resistir hasta cuando ya era demasiado tarde. El presidente Bush ha declarado: O con nosotros o contra nosotros. Esta es nuestra respuesta: nos negamos a que hable en nombre de todos los estadounidenses. No entregaremos nuestras conciencias a cambio de una huera promesa de seguridad. Decimos NO en NUESTRO nombre. Nos negamos a ser parte de estas guerras y rechazamos todas las acciones emprendidas en nuestro nombre o por nuestro bienestar. Tendemos la mano a quienes en el mundo sufren como consecuencia de estas decisiones.
Mostraremos nuestra solidaridad con las palabras y con la acción. Los firmantes de este llamamiento invitamos a todos los estadounidenses a unirse a este desafío. Aplaudimos y apoyamos las propuestas en curso, a la vez que reconocemos la exigencia de hacer mucho más para poner fin a esta locura. Nos inspiramos en la decisión de los reservistas israelíes que, asumiendo un riesgo personal, declaran que hay un límite y se niegan a servir en Gaza y en los territorios ocupados.
Nos inspiran los numerosos ejemplos de resistencia y de conciencia que nos ofrece la historia pasada de Estados Unidos: desde los que combatieron la esclavitud hasta los que pusieron fin a la guerra de Viet Nam incumpliendo las órdenes, negándose a incorporarse a filas y apoyando a los que resistían.
No permitamos que el mundo que hoy nos contempla se desespere por nuestro silencio y nuestra incapacidad de acción. Hagamos que el mundo pueda sentir nuestro compromiso. Resistiremos frente a la máquina de la guerra y la represión y haremos todo lo posible para detenerla. desde Estados Unidos.

Llamamiento de intelectuales y artistas estadounidenses contra la guerra
http://www.nion.us/
http://www.notinourname.net/
http://www.nion.us/STATEMEN.HTM

11 - Once

Hoy llegué como todos los días, orillando la Moneda como si se tratara de un lago geométrico. Una fila interminable de carabineros, verticales como árboles, custodiaba el palacio.
El cielo está gris. Algunos fragmentos de azul, hacen pensar que más tarde entibiará el sol
escuálido de septiembre, enfriado por el viento.
En las portadas de todos los diarios,
dos Torres,
como dos ojos cerrados y ciegos, acaparan el espacio.
A ratos imagino el rugido de los motores aéreos,
el estallido de las bombas
o el golpeteo aterrado de los tacos sobre la piedra.
Botas furiosas, frenos, gritos y zapatos de mujer sincopados, torpes,
los brazos detrás de la nuca.
El centro cívico, dormido.
Olvidado,
desmemoriado.
Aquí nadie llora, ni grita en chileno.
En las noticias como un himno,
mil veces repetido :
¡Oh my God!

Carolina María. Chile.

Amigos. Super buena la página....

creo que ya se los había dicho. Por lo pronto les voy a mandar info sobre el catálogo DICAP que les falta ( ... ) Es un documento histórico-cultural que debe ser rescatado, y ustedes han dado el primer paso.
Saludos
Esteban Troncoso. Chile. - http://www.quilapayun-chile.cl

Me dejaron pegado al techo.

Hoy buscando en la red encontré la página de historia de Chile 1970-1973. MARAVILLOSA, qué cosa más hermosa encontrar eso en la red. Volé hacia aquellos lindos años de alegría y vida y sueños. Hoy en la basura que vivimos de neoliberalismo, es como respirar en UN CAMPO DE FLORES BORDADO. Gracias por mostrarlo al mundo.
España.

Pinochet: ¿Demencia colectiva?

Un terremoto, de grado doce en la escala ética, sacudió a Chile la pasada semana. No ha habido aún recuento de víctimas en el territorio invisible y silencioso. Creo escuchar quejidos, pero en una de esas me equivoco y es el eco de los míos.
Sangrante, me palpo las heridas. Me duelen más luego de leer el cable que, desde Alemania, informa que el criminal nazi Friedrich Engel fue condenado a siete años de cárcel por dirigir la masacre de 59 italianos durante la Segunda Guerra Mundial. El jefe de las SS en Génova fue arrestado más de medio siglo después de ocurrida la masacre. El juicio duró dos meses, se comprobó su culpabilidad y se lo condenó. Por ser un anciano de 93 años, el tribunal remitió la pena. Repaso el texto de pocas líneas, fechado en Hamburgo, y repaso mis heridas chilenas provocadas por ondas expansivas de complicidad, cobardía e impotencia. Ahí está, abierta y dolorosa, la que me provocó el máximo tribunal de mi país al decidir que el general Pinochet sufre una enajenación mental, conocida como demencia vascular, la que impide que sea enjuiciado por sus crímenes. Luego, palpo la fractura que me hicieron los poderes constitucionales y fácticos al movilizarse con urgencia para que al astuto ex dictador no se le fuera a ocurrir presentarse en el Senado y reclamar su sillón de senador vitalicio. Sus temores eran fundados, recordando que Pinochet recuperó de golpe su lucidez en marzo del 2000 apenas tocó tierra chilena tras 504 días de arresto en Londres.
Así, el presidente del Senado, el cardenal católico y el jefe del Ejército dirigieron la operación comando que -tres días después del fallo de la Corte Suprema- se tradujo en la renuncia de Pinochet a la Cámara Alta. A cambio, claro, le ofrecieron un premio especialmente legislado para él, en una casi furtiva sesión parlamentaria de un sábado de fines de marzo del 2000: el Estatuto de ex Presidentes. Así, el general se aseguró fuero y una millonaria dieta, además de escoltas del Ejército. Es decir, seguridad máxima y sueldo mensual extra -aparte de su jubilación como capitán general- hasta el fin de sus días. Un suculento premio que se pagará con mis impuestos, los mismos que pago cada día con la esperanza de que sean usados en construir escuelas y hospitales para atender a los más pobres de mi país. Eso no fue todo. Haciendo gala de su astucia política para obtener la renuncia, el presidente del Senado concedió entrevistas a diestra y siniestra para repetir lo que Pinochet le dijo: Yo no estoy loco. Y para respaldar la veracidad del dicho, nos golpearon con el texto de su carta-renuncia y el potente aplauso de los poderosos -valga la redundancia- elogiando el lúcido gesto de Pinochet. La dantesca escena se completó con el mismísimo Pinochet yendo en su blindado Mercedes Benz a su oficina, donde sostuvo una reunión con un senador de derecha a quien le anunció pronta visita al Parlamento. El sabía perfectamente qué días tenía sesión (en el Senado) y me dijo que me avisaría cuándo iría al Congreso, declaró muy ufano el senador tras la reunión.
- Mamá, todos sabemos que es mentira. Todos sabemos que no está loco - dice mi hijo mayor, abogado de profesión, tratando de restañar mis heridas. Lo sabemos todos y, para que no haya dudas, lo afirma él mismo y lo vocea el presidente del Senado: Yo no estoy loco.
Con la mentira cruzada en la garganta como gruesa espina, me concentro en la lectura del artículo editorial de El Mercurio, poderoso diario que escribe la historia oficial de mi país. Esperaba encontrar un despliegue de argumentación piadosa acerca del anciano y enfermo general… ¡y encuentro una sentencia absolutoria! Textual: El sobreseimiento por razones de salud no le hace, pues, justicia al ex Presidente, si bien ratifica su inocencia: el sometimiento a proceso no priva al encausado del derecho a la presunción de inocencia que favorece a todo ciudadano en tanto no se haya dictado en su contra una sentencia condenatoria".
¡No hubo condena, por tanto es inocente!
El terremoto deja, pues, a Chile dividido por una insondable grieta. A un lado quedan los que creen que el general es inocente, que nada supo de masacres y torturas, que todo fue obra de mandos medios que se excedieron en su accionar. Al otro, los que creemos que nuestras víctimas cayeron porque el dictador ordenó una política de exterminio, una política de Estado que utilizó agentes del Estado y recursos del Estado.
- Mamá, estás equivocada. Te falta contar a los chilenos indiferentes, a los que les da lo mismo este asunto de Pinochet. Te aseguro que la mayoría de los menores de 30 años no están ni ahí con este asunto -me aclara mi hijo. Y agrega: Sé que es lamentable, pero más vale aceptarlo como una realidad.
Si así fuera, no tengo más remedio que preguntarme qué pasó. ¿Cuánto habrá influido en esa indiferencia la complicidad oficial con el crimen masivo? Porque complicidad fue pactar una transición que dejó al general Pinochet como comandante en jefe del Ejército durante ocho años. Porque complicidad fue mantener vigente el decreto-ley de amnistía para dar impunidad a Pinochet y a todos sus agentes criminales. Porque complicidad fue aceptarlo como senador vitalicio. Porque complicidad fue defenderlo, en nombre de la soberanía, en el tribunal de Londres. Porque complicidad fue argumentar ante el mundo que Chile estaba capacitado para juzgarlo, mientras se negociaban fórmulas secretas. Porque complicidad fue legislar el Estatuto de ex Presidentes para negociar su retiro de la arena política a cambio de buscar una salida procesal que asegurara su impunidad. Porque complicidad fue evitarle la humillación de ser fichado, pasando a ser el único chileno procesado al que -durante 29 meses- no se le abrió prontuario judicial.
Suma y sigue…
Quizás la complicidad de los poderosos explique esa indiferencia de los jóvenes ante Pinochet. Y quizás también explique el fenómeno ciudadano: un 70 por ciento de los jóvenes menores de 24 años no quiere inscribirse en los registros electorales para elegir a sus representantes en La Moneda y el Parlamento. Quizás…
Yo, con mi porfiada memoria que se niega a consumir tabletas de amnesia, buscaré cómo restañar mis heridas. Protestaré como pueda por esta acción conjunta de los poderes del Estado. Una acción que nos privó de la oportunidad histórica de enfrentar la verdad y hacer justicia. Y nos privó de convertir esa justicia en herramienta eficaz para evitar la repetición de un genocidio. Y como hace catorce años, cuando terminé de escribir Los Zarpazos del Puma, investigación periodística que sirvió de base de datos al juez Juan Guzmán para investigar y acusar a Pinochet, me aferro a las palabras de Solyenitzin que transcribí en la primera página. Hubiese podido descansar, relajarme, respirar, pero el deber para con los muertos no me da tregua: ellos murieron, tú vives. Cumple con tu deber a fin de que el mundo sepa todo aquello.
El mundo lo supo. Ahora a trabajar para que mis hijos, y los hijos de mis hijos, no lo olviden. El deber para con los vivos de hoy y mañana no nos da tregua…

Patricia Verdugo. Chile.

Tal vez les sirva para que vean la tónica existente hoy en Chile, respecto de los políticos

(Se me viene a la memoria, Argentina) : La semana pasada conduciendo por la Ruta 68 rumbo a Valparaíso, de pronto me encontré en una fabulosa e inmensa cola de vehículos. Me detuve a investigar qué era lo que sucedía, bajé de mi auto, caminé algo así como 800 o 900 metros y le pregunté a otro conductor. ¿Qué es lo que sucede?- y éste me respondió: Un comando extremista ha secuestrado a un grupo completo de diputados demócratacristianos, socialistas, radicales, UDI, RN y algunos independientes, y están pidiendo 1 millón de dólares por su liberación... y si esta petición no es cumplida en dos horas, los rociarán con combustible y les prenderán fuego.
¡Qué barbaridad! - comenté - ¿Y qué están haciendo? - Estamos haciendo una colecta. - ¿Y cuánto han logrado reunir hasta ahora ? - pregunté. Según creo: 580 litros de 97 octanos, 320 litros de 93, 125 de petróleo, 38 cajas de fósforos y 21 encendedores...
W. Santiago, Chile.

Muy interesante lo que presentas en un nuevo capítulo de Imaginería política.

Lo de la nueva canción chilena también da para debates... por ejemplo, dónde están hoy los sobrevivientes de aquel movimiento político cultural. Al margen, te cuento que Los Blops se rejuntaron el año pasado y estuvieron dando unos conciertos en Stgo. y Valpso. Payo Grondona va a reeditar sus grabaciones de aquella era, durante este 2002.
Felipe, Viña del Mar. Chile.

Amigos de Chile: Breve Imaginería política. 1970 - 1973.

¡Felicitaciones! Tenemos el gusto de infomarles que su sitio se encuentra entre los Sitios Más Visitados, de entre los más de 400 links que actualmente tiene nuestro Directorio.
Un saludo fraternal,
Administrador Chilevive. - http://www.chilevive.cl

... estos días parece que el mundo decide calmar sus desgarros

(o los medios deciden no hablar de ellos) con motivo del mundial de fútbol. En Chile, a nuestra vez, hemos vivido estos días ensimismados con los estragos de las lluvias.

Las peores desde 1926, según los meteorólogos, lo que le viene bien al gobierno para enfatizar en el hecho de que el drama no es tanto por lo que falta por hacer como por lo que la naturaleza se empeña en estropear. Vieja falacia, propio de éste y de todos los gobiernos anteriores, porque año a año las calles santiaguinas se convierten en ríos, en las poblaciones la gente ve sus casas inundadas, y los llamados campamentos se convierten en escenarios de las peores miserias dickensianas, que la TV se solaza en mostrar una y otra vez, y el país se conmueve, la iglesia moviliza sus legiones recogiendo ropa y comida, y en las casas todos miramos las pantallas y echamos algún lagrimón y nos decimos que es bueno, en verdad, llevar a la parroquia cercana alguna ropa en desuso o depositar algo de dinero en la cuenta que el Estado decide abrir para reunir fondos públicos solidarios. Mientras tanto, no hay más remedio que interrumpir la construcción de la supercarretera que atravesará la ciudad, destruyendo parte importante de nuestro magro río Mapocho a un costo de trescientos millones de dólares, un tercio de lo que costaría resolver los problemas de construcción del sistema de evacuación de aguas lluvias de la ciudad. Lo increíble de todo esto es que el único sector de la ciudad que se salva del todo de los estragos del temporal, es el centro de Santiago, gracias a que todo el sistema de alcantarillados y demases, data... ¡del siglo XIX!

A. Santiago, Chile.