A comienzos de los años 70 nacía la aventura chilena de la Unidad Popular
El proyecto era simple, fácil de comprender, era tan claro que hasta se podía traducir en canciones e irlas silbando por la calle. Tan claro, que era posible pintarlo, dibujarlo en los muros, en la tela, en el papel.
La idea era unir lo que la sociedad chilena había logrado en el terreno de la democracia y añadirle más justicia, más libertad, más dignidad. Era un proyecto realista que hacía soñar y trabajar al mismo tiempo.
La revolución con empanadas y vino tinto, como decía Allende.
En tres años el país movilizó toda su capacidad de crear, de inventar. En tres años el país se reconoció una nueva dignidad, nuevas fuerzas, nuevas posibilidades, nuevos sueños.
De todo esto trata Chile : Breve Imaginería política, 1970 - 1973, de reencontrar, de convocar... Es reconocer en nuestra historia el capital de creación que permitió construir y que permite, después, resistir.