Chile: Breve Imaginería política - 1970 - 1973
Chile: Breve Imaginería política - 1970 - 1973

El mural del puente Capuchinos
ha sido destruído

Pablo Neruda
Pablo Neruda
 
- Cómo nació la pintura mural política en Chile
crónica y fotografías
- El mural del puente Capuchinos ha sido destruído
por Pablo Neruda
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arte de la ciudad
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conversación con
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Afiches y murales. Gráfica política 1970 - 1973
Afiches y murales. Gráfica política 1970 - 1973

 

El hermoso mural del puente Capuchinos ha sido destruído. Ya hablaremos de ello, ya hablaremos de esa destrucción, ya nos dirigiremos a sus autores. Pero lo mejor de la vida es la construcción, es la creación, es el amor. Y hablaremos del significado de esta obra de arte que todos los porteños conocieron. No es algo vulgar su creación. Las fuerzas destructoras son conocidas de la historia humana y el mundo avanza en contra de ellas levantando, edificando. Por primera vez en la historia política de América latina se había llevado la propaganda a una altura extraordinaria. No se puede pensar sin ternura en la muchachas y muchachos que de noche, a la fría intemperie con líneas y colores trazaron en plena calle esta estampa maravillosa. No se puede pensar sin profundo sentido patriótico que las calles que sirvieron antes para la anónima procacidad se vieron de pronto embellecidas, floreciendo en el brumoso invierno. Surgieron las figuras de niños y mujeres, de obreros y campesinos que marcharon. Todo el mundo se detenía a mirar esta configuración de la patria. Dábamos una lección al mundo con este mural. Una lección que significaba en el fondo las mismas ideas del movimiento popular: El respeto por la belleza y la creación humana.

Yo recuerdo que cuando recién aparecieron en las calles los primeros murales se levantó cierta oposición a ellos, y estos vientos llegaron a la municipalidad de Viña del Mar. Allí unos seres furibundos no toleraban esta demostración estética y política y querían que se borrara. ¿Cómo es posible aceptar estas bellas pinturas? ¡No tenemos sitio sino para el odio! Decían estos furibundos. Yo me dirigí entonces al alcalde de Viña del Mar expresándole mi admiración por la obra colectiva del puente Capuchinos. Me han contado que el alcalde de muy diferente tienda política que la mía tuvo la comprensión de la inteligencia para que se respetara la bella obra callejera. Ojalá que muchos hubieran tratado de superarla. Habríamos salido ganando todos. Pero ahora la ciudad ha perdido. Nuestra cultura se ha rebajado: una intención de gran altura se ha visto degradada por la barbarie.

Hablemos de los destructores. Ya se sabe quiénes son. Antes fueron colonialistas y estuvieron en contra de la independencia de Chile. Luego fueron simplemente nazis o fascistas. Ahora son simplemente lo que fueron siempre: simples retardatarios, turbulentos retrógrados, enemigos de la luz y la vida. Enemigos del progreso y de la cultura.

Como sucede que sólo dos candidaturas andan vigentes, tenemos que pedir responsabilidades. Si los pintores allendistas de Valparaíso crearon esta obra de arte, tenemos que pensar que los sectores freístas fueron los que arrojaron la tinta del atentado, los que la destruyeron. Esto es una advertencia para todos y una lección para todos. Se nos presenta a los partidarios de Allende como representantes de la violencia y el sobresalto: este atentado pone las cosas en su sitio. Dos veces se ha quitado la máscara del freísmo. Primero cuando cortejó y aceptó el apoyo de las 600 familias que son dueños de dos millones de hectáreas de las mejores tierras de Chile, tierras que apenas cultivan. Por segunda vez vimos el rostro reaccionario del freísmo cuando reconoce que no nacionalizará el cobre. Así mostró su convivencia con los poderosos intereses extranjeros que intervienen en nuestra vida política y causan el retraso del continente entero.

Pero esta es la tercera vez, es una tercera máscara que cae y muestra a todos los habitantes del litoral y de Chile el rostro de la violencia. Un mural elevado por el amor es destruído por el odio. Desde ahora las masas obreras, las mujeres y los empleados, los intelectuales y las autoridades, los profesionales y los estudiantes, los marinos y los mineros tienen ante sí el rostro de lo que siempre fue la extrema derecha política: un mural destruído es la mejor lección política que podemos recibir los chilenos. Ahora hay que elegir entre los que con sacrificio, con pasión creadora dieron vida y armonía a un gran fragmento del camino, a una pared muerta, o elegir a los que desde la sombra ejecutaron la destrucción abominable.

En este sentido este hecho es más elocuente que la fantástica propaganda de la candidatura de esa candidatura, éste es en primer lugar el primer Cambio en libertad que ha hecho la candidatura reaccionaria: con toda Libertad han hecho añicos una obra de arte.

¿Qué hacer ante el desacato? Yo pido a los pintores allendistas que multipliquen sus pinturas. Ya ha nacido otro mural afortunado hijo de la iniciativa porteña, puesto que los pintores en Santiago realizaron y crearon el inmenso mural del Mapocho que ha asombrado a todo el pueblo de Santiago. ¿Será también destruído? ¿Será también arrasado por la barbarie?

Yo recuerdo cuando a Curicó llegamos con grupos orquestales, con el venerable profesor Lipchutz y con la actriz María Maluenda y con otros actores, con economistas y poetas, con sabios y pintores. La reacción había llevado a oscuros matones que pronto fueron identificados por la policía. En esa batalla desigual ya se sabe quién ganó: ganó el pueblo de Chile y Curicó. Fue por unos breves días no sólo un palpitante rincón político sino un sitio predilecto de la cultura nacional.

Artistas, escritores, científicos, profesionales, creadores, gente sencilla de Valparaíso, prometemos seguir dando la capacidad mayor de nuestro esfuerzo para la dignificación de esta lucha. En contra los adversarios de la cultura, publicaremos más libros, escribiremos más poemas. Pintarán más nuestros pintores, la música llenará las calles y las plazas de Chile. Este es el compromiso que asumimos los intelectuales del movimiento popular: Allende significará el avenimiento de una hora sin igual para que toda la cultura se vuelque en nuestro país y lo eleve a una altura universal.

Contra el odio seguiremos siendo los campeones del amor. Contra la violencia seguiremos siendo los defensores de la inteligencia. Y sobre todas las cosas comprendemos con esta lección que somos solidarios con todo un pueblo que depende de nosotros, del movimiento popular para defenderse de la incultura y para alcanzar la plena dignidad que queremos todos los chilenos.

Pablo Neruda.
Intervención radial por cadena parcial de emisoras de Valparaíso
en el marco de la campaña electoral, 12 de junio de 1964


Pablo Neruda
Neruda en la plaza de Arauco 1963 - 1964
Foto Selim Mohor

 

 

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