(Carta desde Francia). Lo tremendamente vital que está pasando en este país no tiene que hacer olvidar que lo irreparable ya está cometido.

Estar a obligado a pronunciarse entre un SuperFacho y un SuperMentiroso muestra a qué niveles de ... ligereza, puede llegar un pueblo que, poniendo las cosas en su lugar, goza de niveles de vida más que superiores, de un alto nivel de seguridad (salud, educación, y también seguridad física) La delincuencia es muy inferior a la de la mayoría de los países europeos, para qué hablar de Estados Unidos, y del resto del mundo. Un desempleo en disminución desde que la izquierda plural conducía el país. ¿Un capricho irresponsable de niño mimado? ¿El encierro en su particularidad cultural condujo a un momento de ceguera política, de autocomplaciencia, de desconección con la realidad del habitante sin diplomas?
Como alguien decía (en Gran Bretaña), este país tiene probablemente una de las mejores prensas escritas del mundo, sus analistas cuentan entre los más destacados, sus organizaciones contra la globalización neoliberal las más eficaces, etc, etc. Pero aquí mismo no son tantos los que los leen, los que disfrutan de esas luces : es Loft Story, la televisión trash y la cerveza Krönenbourg la realidad cotidiana de la enorme mayoría...
Enfin, ahora esperemos que la votación en favor del presidente más corrompido e inútil de la historia reciente de este país, sea gigantesca, aplastante. Es lo único que nos queda para que no subsista ninguna ambigüedad. Ni sobre el fascismo, ni sobre el elegido.
¿Y la izquierda? Su principal dirigente, cual incorruptible príncipe ofendido decide jubilarse. El partido comunista queda reducido a su mínima expresión, y como este es un país democrático avanzado, en que las campañas electorales son pagadas por nuestros impuestos a condición de obtener al menos 5%, arriesga pura y simplemente de quebrar como una vulgar empresa comercial.
¿Y la izquierda?
Después, el lunes, el martes quizás. Ahí hablaremos. ( Mientras te escribo estas letras escucho, como a menudo, la radio nacional, parte del famoso Service Public francés. Bella Ciao, y todo lo que existe de hoy y ayer como canción comprometida alterna con declaraciones, llamados de lo esencial que este país cuenta como personalidades culturales, futbolistas, deportistas, cineastas, actores, músicos, etc, etc, llamando a votar contra el fascismo. Y es así desde ese domingo negro. Y todos los días son decenas de miles, cientos de miles que están en la calle manifestando. Y Georges Brassens canta en la radio : les imbéciles heureux qui son nés quelque part... )
¿Y la izquierda?
Pues ahora vamos. A manifestar.¡No pasarán! Y el domingo 5 de mayo a votar. Votez Chirac!

F.O. Francia.