( 08/2001 ) -- ... en que es como si el mundo a tu alrededor por segundos se parara, y te diera unos segundos para volver atrás, para mirar como una película que se desarrolla a una velocidad increíble, eso me pasó cuando de madrugada leía tu e-mail.

El Loco Gitano, uno más de los nuestros partía (según dicen los creyentes) a mejores destinos, una noticia como esa caga la cabeza de momento, pero como diría mi compadre del Martillo, el estuvo ahí donde había que estar, y te lo digo porque lo conversé en uno de mis viajes a Santiago, el Loco me decía, Carmela, aquí estamos, entendemos que por distintas circuntancias hay otros que no pueden estar, por nosotros y por ellos, por los presentes y los ausentes trabajaba el Loco, hoy a los que todavía seguimos con vida nos queda su ejemplo, dan ganas de ponerse triste, pero la muerte es la continuación de la vida, hoy me tomé libre en el trabajo me fuí a un pequeño café en el centro de Amsterdam y en su intimidad, me mandé un café con malicia de recuerdo a aquellos que ya no están, y que en lo personal me tocan, entre otros Choñito de la Agüita de la Perdiz, el Maturana del Capital, el Pato Chico y la querida Chechi. Quisiera volver en el tiempo, y recordar al Loco como yo lo conocí, en Marcoleta, en las Venceremos, en la BRP Central, en el Michay, preso en la sexta comisaría, haciéndose pasar por Natalio Silva Concha, en los trabajos voluntarios, con la Jo, en la casa prefabricada con los más de quinientos afiches, el Loco solidario con Vietnam, el Loco miembro honorario del escuadrón Mosquito, alejado del partido, vuelto al partido, miembro de la comisión de organización en Teatinos 416, creador de la Chacón para la campaña del Volodia, nuestro defensor incansable, antes las ideas cavernícolas de algunos de los viejos del central, bueno pa la talla y pal gueveo. El Loco de la calle Monjitas, del taller El Sol, el Loco que me cagó con los afiches que hacía, el Loco que me prometía las mujeres más lindas, cuando yo iba a Santiago ya que según él, andar solo por la vida no es lo más aconsejable. Podria llenarte varias hojas, contarte las historias más locas, hablarte del Michay, de los amaneceres Venceremos y de las pinturas que el Loco le prometía a la vieja Celinda en la calle Tocornal, a cambio de una ponchera y una media hora de alegría, con las chicas que ahí trabajaban. ( …) Qué más decir, ¿Quién será el próximo (a)? No creo que eso sea lo más importante, lo principal, es lo que nos une ...

Mariano (Carmen Frei), Zeist. Holanda.