( 12/2001 ) -- ... está un poco menos tensa pero tod@s estamos tratando de seguir organizad@s para construir una salida desde abajo que no obedezca a las transas de los políticos y demás dirigentes.
Las imágenes de la represión se han visto en todo el mundo, estamos indignados por las muertes y los arrestos. Hubo una ocultación de la información permanente. Recién hoy se conoce la cantidad de detenidos (serían unos 3000) y aseguran que están siendo liberados (al levantarse el estado de sitio serían liberados inmediatamente) pero al no haber sido denunciadas las detenciones desconfiamos de la justicia y del Estado en general. Muchos de los muertos no fueron necesariamente en enfrentamientos con la policía sino que las fuerzas represivas actuaron como lo saben hacer y como lo hicieron tradicionalmente: matando y arrestando gente en las imediaciones, sembrando el terror. Los enfrentamientos fueron constantes y con ellos se logró defender las posiciones en el Congreso, en el Obelisco y en la plaza de Mayo. Ante el avance de la represión retrocedíamos muchas veces en un desbande total y nos volvíamos a reagrupar en el Obelisco para volver a avanzar hacia la plaza de Mayo. Esto sucedió durante todo el día hasta las 18:30 de ayer cuando la montada tomó el Obelisco y tuvimos que replegarnos sobre avenida Corrientes. Ya no quedó mucha gente a esa altura pero diferentes grupos seguían defendiendo posiciones e incendiando autos y locales (como el Mc Donalds del Obelisco y otros negocios). La policía disparó balas de goma y de plomo sin ningún problema. Tod@s tuvimos miedo pero sabíamos que mantenernos en la calle era la única forma de expresar nuestro poder y de lograr imponernos. Más allá de los enfrentamientos fue maravilloso ver a todo el pueblo en la calle: arrancaron los más pobres pidiendo y consiguiendo comida en los supermercados (algunos salidos de la vaina también destrozaron y saquearon pequeños autoservicios además de las grandes cadenas de supermercados) y atrás de ellos salió la clase media y los estudiantes, desde donde surgió la iniciativa más política. Miles y miles en la calle el miércoles a la noche pedíamos ¡que se vayan todos! y por primera vez después de mucho tiempo el cántico: ¡A ver, a ver, quién dirige la batuta: el pueblo unido o el gobierno hijo de puta! tuvo un verdadero sentido y la respuesta era y es sin dudarlo: el pueblo unido. Hoy, viernes al mediodía, la euforia no se acaba, pero también nos invade la tristeza por l@s compañer@s muert@s y deteni@s que fueron violentamente golpead@s y torturad@s (la policía de civil estaba usando unos palos que funcionan como picanas: sueltan corrientes eléctricas para inmovilizarte), además de que existe una gran desconfianza sobre el futuro gobierno. Pero hoy por hoy no existe una alternativa del pueblo, hoy por hoy no podemos autogobernarnos aunque muchos lo deseemos, aún no estamos en condiciones, no existe la suficiente organización. Lo que pasó fue una explosión desesperada que sirvió para saber que estamos vivos, que el pueblo si sale a la calle consigue lo que sea y que el futuro está en nuestras manos. No es poco. Por los micrófonos de los medios puede escucharse gente de todas las clases y edades decir que salimos esta vez y vamos a volver a salir, así que el gobierno que asuma va a tener que atender a nuestros intereses porque ahora sabemos que somos fuertes y que no nos van a volver a pasar por encima. Ahora queda la lucha por la liberación de los presos de estos días y de las luchas anteriores y la construcción de una alternativa propia desde la base, tarea ardua si las hay. Trataré de mantenerl@s informad@s en la medida en que pueda sentarme en una computadora (estamos en la calle todo el día).
La solidaridad internacional nunca viene mal, me he enterado que hay movilizaciones en algunas embajadas argentinas de diferentes países. Esa información nos hace bien para sentirnos apoyad@s pero me parece algo central que tod@s sigamos construyendo autonomía en donde estemos ya que sólo una autoorganización generalizada va a permitir que exista la autoorganización en estas y todas partes del mundo. En estos días en Argentina se supo que no se puede ni se quiere delegar más en dirigentes que no representan a nadie, aunque todavía se piensa en dirigentes corruptos y no se cuestiona el lugar de dirigente en sí mismo. De todas formas esto no va a arreglarse con un cambio de partido en el gobierno por lo que queda una gran expectativa sobre el futuro en nuestro país. Sin más me despido. Salud y autonomía.

Karla. Argentina.