Chile: Breve Imaginería política - 1970 - 1973

Correo

Extractos

 

Hola ( … ) estudio servicio social en la U de Valpo.

y estamos tratando de iniciar nuevos contactos que nos ayuden a acercarnos aún más a la UP, este aniversario nos gustaría contar con su ayuda en información, datos, etc, todo es bienvenido.
Chao, que estén bien y no paren nunca, recuerden: avanzar sin transar...
Katty Henríquez, Valparaíso. Chile. - 08/2003

Hola a todas/os los chilenas/os, desde Francia ...

En 1973, estaba yo francés casado con española, viviendo en Valencia (España). Claro yo comunista, era muy feliz de saber que Salvador Allende, había sido elegido democráticamente al poder.

Pero claro los USA, no podían permitir eso... Y pusieron a Pinochet. Con todos los muertos que tiene en sus brazos...

Estoy siguiendo tambien la huelga de hambre que hacen unos chilenos, para que ya se para lo que pasa. lo que ha pasado, ha pasado, nadie puede negarlo.

Lo de la Esmeralda, también es fatal... Claro el barco no tiene culpa, pero el gobierno y el ejército SI...

Deseo a cada chilena/o, mejor vida. Que el gobierno y el ejército, digan la verdad de lo que ha pasado... Que nadie quede con impunidad. ( … )

Michel. Francia. - 08/2003

Memorial de los años felices

Los mil días del Gobierno Popular fueron duros, intensos, sufridos y dichosos.

Dormíamos poco. Vivíamos en todas partes y en ninguna. Tuvimos problemas serios y buscamos soluciones. Esos mil días pueden ser acompañados de cualquier adjetivo, pero si hay una gran verdad es que, para todos aquellos y aquellas que tuvimos el honor de ser militantes del proceso revolucionario chileno, fueron días felices, y esa felicidad es y será siempre nuestra, permanece y permanecerá inalterable.

Queridas compañeras, queridos compañeros. ¿Quién de nosotros puede olvidar la sonrisa de los hermanos Weibel, de Carlos Lorca, de Miguel Enríquez, de Bautista von Schowen, de Isidoro Carrillo, de La Payita, de Pepe Carrasco, de Lumi Videla, de Dago Pérez, de Sergio Leiva, de Arnoldo Camú, de todas y todos los que hoy, treinta años más tarde no están con nosotros pero viven en nosotros?

Cada una y cada uno tiene en su memoria un particular álbum de recuerdos felices de aquellos días en que lo dimos todo, y nos parecía que dábamos muy poco, porque teníamos grabados sobre la piel los versos del poeta cubano Fayad Jamis: por esta revolución habrá que darlo todo, habrá que darlo todo, y nunca será suficiente. Hubo quienes desde el cómodo y cobarde escepticismo disfrutaron de un tiempo muerto al que llamaron juventud. Nosotros sí que tuvimos juventud, y fue vital, rebelde, inconformista, incandescente, porque ella se forjó en los trabajos voluntarios, en las frías noches de acción y propaganda. No hubo besos de amor más fogosos que aquellos que se dieron en el fragor de las brigadas muralistas. El que besó a una muchacha de la brigada Ramona Parra o Elmo Catalán, besó el cielo y no hubo sable capaz de quitar ese sabor de los labios. Otros, desde la atroz cobardía de los que criticaron sin aportar nada, sin quemarse, sin jugarse, sin conocer el magnífico sentimiento de hacer lo justo y en el momento justo, en sus mansiones sin gloria, comiendo con la platería que heredaron de los encomenderos y bebiendo puro sudor de obreros, advertían que estábamos cometiendo excesos. Claro que cometimos errores. Éramos autodidactas en la gran tarea de transformar la sociedad chilena. Metimos la pata muchas veces, pero jamás metimos la mano en los bienes del pueblo. Otros conspiraban, nosotros alfabetizábamos. Otros se aferraban con furia homicida a sus bienes mal habidos porque la propiedad de la tierra siempre viene del robo, nosotros permitimos que los parias de la tierra mirasen por primera vez a los ojos del patrón y le dijeran: grandísimo hijo de puta, me has explotado, y a mis padres y a mis abuelos, pero a mis hijos y a los hijos de mis hijos no los vas a explotar . Y esas palabras son parte de nuestro legado feliz, de nuestra memoria feliz.

Fumábamos marihuana de Los Andes mezclada con el tabaco dulzón de los Aparcoas. Escuchábamos al Quilapayún y a Janis Joplin, cantábamos con Víctor Jara, los Inti Illimani y The Mamas and the Papas. Bailábamos con Héctor Pavez, Margot Loyola y los cuatro muchachos de Liverpool hicieron suspirar nuestros corazones. Usamos pantalones pata de elefante y nuestras chicas minifaldas que excitaron a dios y al diablo. Y tuvimos modales propios porque una sola palabra bastaba para saber qué éramos y qué soñábamos: Hola Compañera, hola Compañero. Y con eso ya estaba dicho todo.

Ángel Parra, Rolando Alarcón, Isabel Parra y los mil cantores populares nos entregaron una nueva dimensión del amor, ese formidable verbo que empezamos a conjugar a nuestra manera.

Nos trazamos metas imposibles, SUR-Realistas, y las cumplimos. Una sola vez en nuestra historia todos los niños de Chile mamaron medio litro de leche, de leche blanca y justa, de leche necesaria y proletaria, porque la financiaron justamente aquellos que producían la riqueza. Un día se hizo la gran conferencia de la UNCTAD, y los arquitectos, y los ingenieros, y los capataces opinaron que no era posible alzar el gran edificio que nos mostraría como un pueblo en marcha, pero nuestros albañiles, electricistas, estucadores y maestros de casco o cucurucho salpicado de yeso dijeron que sí era posible y lo hicieron. Más tarde fue el edificio de la juventud chilena. ¿Quién no comió alguna vez en la UNCTAD?, llamado también edificio Gabriela Mistral y que más tarde fue usurpado por los asesinos. Todavía está ahí, y así permanecerá como un gigante testigo de esos mil días en que todo fue posible.

Los que no tenían imaginación ni lugar en ese reino de lo posible, de la dicha posible, conspiraban contra el sol, contra el mar, contra el verano desde sus mansiones de Reñaca o Papudo. Pero en los Balnearios Populares las familias de obreros tenían su primera vez al sol, junto al mar que de verdad nos bañó tranquilo. Jugaron partidas de brisca al ocaso, pasearon de la mano, se amaron, hicieron planes posibles, mientras los niños eran atendidos por los voluntarios de la Federación de Estudiantes de Chile, y gozaban con los títeres, el teatro, las clases de música y pintura que impartían los artistas militantes de un pueblo en marcha.

Hoy, treinta años más tarde, algunos de los que no tuvieron el valor de jugarse, de darlo todo, se ufanan de una extraña capacidad premonitoria que les permitió vaticinar el desastre y les aconsejó mantenerse al margen. Miserables, pobres miserables que se perdieron la oportunidad más bella de hacer la historia, pero de hacerla justa. Esos mismos son ahora paladines de la reconciliación y nos enrostran los excesos . Pero esos iluminados jamás nos mencionan uno con toda la fuerza de lo particular. ¿Que provocamos al imperialismo yanqui cuando nacionalizamos el cobre? Olvidan que lo hicimos con tanta suavidad, incluso pagando indemnizaciones, que nos ganamos muchas críticas de izquierda. Pero lo hicimos así porque no queríamos la confrontación directa con el enemigo de la humanidad. Supimos responder a las provocaciones con entereza y con violencia cuando fue necesaria, pero nunca provocamos. Nuestro tiempo era el tiempo de los constructores, prestamos toda la atención a la argamasa que uniría los ladrillos de la gran casa chilena, y ninguna a la conjura porque éramos y somos mujeres y hombres de honor.

La mayor expresión cultural de un pueblo es su organización, y fuimos un pueblo muy culto porque nuestra organización, polifacética, plural, a veces dulcemente anárquica, nos orientaba hacia la vida. El sueño de Salvador Allende era prologar la expectativa de vida de los chilenos a niveles de país desarrollado. Su reto personal era permitir que cada chileno dispusiera de veinte años más para desarrollar su capacidad creadora, su ingenio, y para que le vejez dejara de ser un espacio de miseria y derrota, y fuera en cambio la Suma de una experiencia, la herencia de un pueblo. En una entrevista con Roberto Rossellini, el Compañero Presidente le cuenta que sus manos de médico habían realizado mil quinientas autopsias, que sus manos de médico conocían la atroz fuerza de la muerte y la precaria fortaleza de la vida. Salvador Allende fue el líder más preclaro de América Latina, su meta era la vida, la vida era su consigna, y la vida fue nuestra bandera de lucha.

A treinta años del crimen, hay miserables que interpretan el suicidio de Allende como una derrota. No entienden las razones de un hombre leal, que en el fragor del combate entendió que su último sacrificio evitaría a su pueblo la máxima de las humillaciones; ver a su dirigente, a su líder, encadenado y a merced de los tiranos.

Queridas compañeras, queridos Compañeros: no hay honor más grande que el haber sido compañeros de lucha y de sueños de un hombre como Salvador Allende. No hay orgullo mayor que esos mil días liderados por el Compañero Presidente.

No somos víctimas ni del destino ni de la ira de un dios enloquecido. La historia oficial, la mentira como razón de Estado nos presenta como a responsables de un crimen que, cada vez que intentan explicar, las palabras huyen de sus bocas pues no quieren ser parte del vocabulario de la vergüenza. Si nuestro intento por hacer de Chile un país justo, feliz y digno nos hace culpables, entonces asumimos la culpa con orgullo. La cárcel, la tortura, las desapariciones, el robo, el exilio, el no tener un país al que volver, el dolor, si todo eso era el precio a pagar por nuestro esfuerzo justiciero, entonces sépase que lo hemos pagado con el orgullo de los que no renunciaron a su dignidad, de los que resistieron en los interrogatorios, de los que murieron en el exilio, de los que regresaron a luchar contra la dictadura, de los que todavía sueñan y se organizan, de los que no participan de la farsa seudo democrática de los administradores del legado de la dictadura. Junto a Salvador Allende fuimos protagonistas de los mil días más plenos, bellos e intensos de la historia de Chile. Sobre nosotros dejaron caer todo el horror, pero no consiguieron ni conseguirán borrar de nuestros corazones el Memorial de los Años más Felices.

Cuando en los momentos más duros de nuestros mil días, la provocación del fascismo, de la derecha, del imperialismo yanqui, hacía que la ira se instalara peligrosamente en nuestros ánimos, el Compañero Presidente nos aconsejaba: Vayan a sus casas, besen a sus mujeres, acaricien a sus hijos . Ahora, a treinta años de la gran traición, que la cercanía de los nuestros, que el recuerdo de los que nos faltan, y el orgullo de todo lo que hicimos sean los grandes convocantes de lo que debemos recordar. Que las palabras Compañera y Compañero suenen como una caricia, y bebamos con orgullo el vino digno de las mujeres y los hombres que lo dieron todo, que lo dieron todo y pensaron que no era suficiente.

Luis Sepúlveda. - 08/2003 http://www.attac.cl/debate/2003/20030822.html

( … ) formo parte de la asociación Universitarios Progresistas,

de la Universidad de Alicante (España), y responsable de la web sobre el juicio y desafuero a Pinochet.
En este año que se cumple el 30 aniversario del golpe de Estado y asesinato de Allende tenemos intención de realizar una serie de actividades, como es el caso de un ciclo de charlas y conferencias, actualización de la web, proyección de películas y documentales, además de la difusión de discursos y frases de Allende.

He visitado su web (por la que les felicito fervientemente) y me planteaba la posibilidad de conseguir afiches, carteles, etc. o reproducciones de los mismos ( … )

Un fuerte abrazo.
Juan Ángel Conca, Alicante. España. http://www.ua.es/up/pinochet/ - 08/2003

La página está maravillosa, muy emocionante,

( 07/2003 ) -- ... realmente los felicito y si pudiera aportar con alguna información no tengan dudas que lo haré ( ... ).
Afectuosamente. Sebastián Muñoz, Chile.

… Según el último censo el 52% de los chilenos tiene menos de 30 años

Estando en brazos de mi madre, yo apuntaba insistentemente hacia el centro de Santiago, balbuceaba algo como, uhh, uhh.

Yo no lo recuerdo, pero mis padres me dicen que era mi inquietud por ver desde nuestra casa en Lo Hermida las grandes columnas de humo de La Moneda en llamas, en ese entonces desde Peñalolén se podía divisar el centro de Santiago sin tantos edificios ni smog. Al avanzar ese día mis padres decidieron tapiar las ventanas de nuestra mejora con la mesa del comedor e instalarse en el suelo a medida que la población era ametrallada por aire y tierra, mis padres dicen que yo no paraba de llorar ante el estruendo de las balas.

Cuando un tío carabinero asignado a la Tenencia Los Guindos estaba de rondas por el lugar, nos visitaba y dejaban con su colega sus fusiles a la entrada de nuestra casa apostadas bajo el lintel de nuestra puerta, mi madre me cuenta que yo me escondía, lloraba y no lo saludaba. Mi madre aún cuenta como los militares rompían y desordenaban todo cuando allanaban la población y se llevaban a todos los hombres manos en la nuca en horas de la madrugada; después de largas horas de espera y humillación los hombres retornaban hambrientos y friolentos a sus hogares. Con mis compañeros de kinder en la escuela de Tobalaba con Grecia nos sorprendíamos al ver constantemente pasar tanquetas militares. Sólo percibíamos el miedo de todos los grandes cuando veían la presencia de uniformados. Miedos que me transmitieron por cuanto siempre me ponía nervioso cada vez que se me acercaba alguien con uniforme y armas. Cuando con otros pobladores íbamos de paseo a cualquier parte arrendando una micro, siempre se repetía la misma instrucción ¡Siéntense y quédense tranquilos que viene el control de los pacos! o la pregunta ¿Andan todos con carnet?.

A medida que crecía descubrí que había ciertos temas y palabras que no se podían pronunciar sin que los adultos se censurasen nerviosamente, recuerdo algunos tiros en la noche cuando había toque de queda y casi siempre una atmósfera de miedo. Me recuerdo cuando acompañé a mis padres a votar la constitución del 80, era la primera vez que visitaba el Estadio Nacional. En las murallas ví como habían leyendas que yo no entendía y preguntaba a mi padre y tíos de que trataban, la respuesta cuando no era un ¡No pregunte cosas! era un largo mutismo. Mi abuelo, un anciano enfermo que siempre me trataba como un niño grande, me contaba unas historias que yo encontraba bellas, cuentos épicos que me gustaban mucho, porque narraban como él había sido feliz y protagonista de esas historias. En ellas siempre se repetía el mismo personaje: un hombre llamado Compañero … cuando estaba el Compañero nunca me faltó el trabajo ni gané tanta plata; el Compañero cuando hablaba con nosotros era super claro; con el compañero luchamos hasta que lo sacamos; al compañero lo traicionaron; el Compañero nunca fue cobarde, murió peleando; los milicos siempre le tuvieron miedo, etc. Mucho tiempo después descubrí que ese personaje llamado compañero, el mismo rostro de gruesos marcos de anteojos negros que veía pintado en las murallas, era Salvador Allende.

En sexto básico, cuando ya te enseñan algo de educación cívica, eso de los poderes del Estado, de las elecciones, etc. No faltaba la pregunta ¿Pero señorita en Chile…?. Vino la primera protesta, con mi padre que nos iba a buscar a mí y a mi hermano todos los días al colegio, tuvimos dificultad para tomar micro, al pasar por el Pedagógico el tránsito estaba desviado y el olor a bomba lacrimógena se sentía fuerte. En el colegio era entretenido eso de las protestas porque capeábamos clases, al poco tiempo ya sabíamos que se trataba de protestar contra el Pinocho y ya la pregunta entre nosotros era ¿Y tú soy del Pinocho o no?. Dejó de ser algo entretenido cuando un día de protesta al volver a casa por la tarde después de mucho esperar una micro y estando la población ocupada por militares y la avenida Grecia llena de barricadas, lo que obligaba a seguir el trayecto a pié, cuando a pocos metros nuestros, los soldados abren fuego contra los manifestantes, mi hermano de siete años rompe en llanto y pánico, junto a nuestro padre debimos correr y buscar otras calles hasta llegar a nuestra casa. Nunca olvidaré ese hielo que te paraliza y los ojos de mi hermano.

Las protestas se hicieron algo habitual, y dentro de los colegios el clima y parte de las conversaciones giraban en torno del por qué protestar. Las respuestas a quién fue Allende, cómo llegó Pinochet, de por qué no había elecciones fueron configurando la idea que la dictadura era algo inaceptable ante lo cual había que rebelarse. Era la efervescencia por expresarse y demostrar la rebeldía juvenil. En el ambiente de iglesia descubrí el horror de las violaciones a los derechos humanos, fue ahí donde escuché por primera vez el término detenido desaparecido. Mujeres daban testimonio de cómo habían sido detenidos sus seres queridos, las charlas de los abogados, testigos de los métodos de la CNI. Nuestra iglesia en Lo Hermida fue el refugio del dolor y de la esperanza, muchas veces los sapos de CNI nos infiltraron y después relegaron a muchos pobladores y dirigentes. En las calles de Lo Hermida muchos jóvenes e incluso niños perdieron la vida en las protestas. Si hay un responsable de mi interés en política, no como una forma de lograr el poder, sino como llevar a la acción pública el deber de servir a los más pobres, ese responsable es la Iglesia. La reflexión más recurrente en nuestra comunidad de base consistía en el asombro de constatar como podían existir seres con tanta maldad y perversidad y cómo nosotros podíamos hacer algo para ayudar.

En el liceo ya cada cual es maduro para configurar su propia claridad política y filosófica, en el Lastarria los grandes nos enseñaban política, circulaban todos los panfletos desde El Rodriguista hasta documentos DC. El Lastarria era la punta de lanza del sector oriente, ahí organizábamos las tomas del Liceo 7 de Niñas, el Carmela Carvajal y el Liceo Vitacura (donde nunca nos resultó), en nuestras acciones llegábamos a paralizar toda avenida Providencia. Dentro del liceo también se daba la pugna entre los combativos y los amarillos. Los primeros que querían agudizar los enfrentamientos con los pacos y las acciones conspirativas, los segundos quienes éramos partidarios de elegir métodos de lucha que sumaran y no restaran gente, sin molotov y sin taparse. También el terror llegó al pirulo Lastarria, para evitar las tomas, la directora infiltró carabineros de civil en lugares estratégicos a la hora de entrada y salida y armó con laques a los estudiantes derechistas para enfrentarlos a nosotros e incentivó el soplonaje.

Antes de cualquier jornada de protesta surgía el nerviosismo por el resultado de lo planificado, el oído pegado a la radio Cooperativa con su tableteo clásico cuando despachaban alguna noticia de última hora con... el radio de cooperativa llamando, para terminar al final del día dando gracias por haber llegado vivo a tu casa, con mi madre suplicándome que no saliera más a la calle porque era peligroso, en medio de los cacerolazos, los apagones, las ráfagas de los militares y la pestilencia de las lacrimógenas. El 88 un compañero de liceo, el Tula (nunca supe su nombre) estuvo tres días desaparecido, afortunadamente apareció, lo tuvo la Comisión Civil de Carabineros. En nuestras largas y concurridas marchas en una ocasión nos dispararon desde la torre de Fidel Oteiza con Pedro de Valdivia. Para el plebiscito nuestra presencia en las calles hizo olvidar que Providencia era una comuna mayoritariamente pinochetista ( ... )

No tuve la edad para votar en el plebiscito, sin embargo participé como muralista y goma en el comando del NO de Peñalolén, el nerviosismo era tal que nadie sabía que iba a pasar la noche del 5 de octubre, incluso muchos de mis amigos puntas, estaban preparados para enfrentar un fraude electoral, tenían planificados cadenazos, chapazos y algunos fierros, fue el día y la noche más larga. Lo que sigue a continuación ya es bastante conocido. Sin embargo, hay un aspecto de esa historia, una motivación de esa lucha que muchos dimos y que creemos hoy sigue manteniendo en pie nuestra dignidad, ( ... ) : la lucha por verdad y justicia; juicio y castigo a los asesinos y torturadores. Primero fue la denuncia, después la organización, siguiendo con la movilización y la creación de movimiento, para finalmente instalar firmemente en la conciencia del país del carácter irrenunciable de la lucha por los derechos humanos.( ... ) La clase política con todas sus acrobacias, jamás podrá minimizar el asunto, después de London Clinic ( ¡Qué felicidad ese día! ) ya nadie se siente con miedo para pedir lo que hay que pedir, ya no nos asustan las operaciones políticas y cualquiera que invente cualquier enjuague, sabe que el tema ya tiene vida propia. ( ... ) la larga lucha hoy muestra parte de sus frutos, porque quienes vienen detrás de mí ya saben de qué es capaz el fascismo y que la lucha por verdad y justicia no se limita en el tiempo. Tengo 31 años, no sé lo que es una vida en un país normal, crecí dentro de las consecuencias trágicas del fin de un capítulo sangriento de una lucha política, ( ... ) Con recuerdos, de lo que ví y de lo que fuí protagonista, que todavía hoy me violentan. Teniendo sentimientos de esperanza, aunque muchas veces sigo apretando los dientes, pero no sólo tristeza e impotencia me legó mi país, también me enseñó a amar la justicia, a vencer el individualismo, a saber que en cualquier rincón del mundo puede estar pasando lo mismo que nos pasó a nosotros y que debemos sentirnos con parte de responsabilidad en ello.

Aún en el sufrimiento y la desesperación conocí seres maravillosos, y muestras de humanidad que nunca se olvidan. Estos recuerdos pesan más en mí que el horror de nuestra tragedia. Sólo transmitiéndoles esto último a mis hijos podré decir que todo valió la pena.

Humberto Danilo García Ferreira
Santiago, Chile. - 07/2003

Gracias por la maravillosa exposición de murales y afiches

( 07/2003 ) -- de la época de la Unidad Popular. Es con gran emoción que la vemos hoy a 30 años del golpe. Una herencia que hay que mostrar hoy más que nunca para construir el otro Chile posible.
Un abrazo. Nancy. Chile. -

Visité la página web de Uds.

( 07/2003 ) -- y me pareció interesante el rescate de material en ese período, especialmente de la gente que sufrió el exilio, es otra mirada que es buenísimo que se conozca en nuestro país y a nosotros como movimiento ciudadano tambien nos interesa.

( … ) Estamos creando una biblioteca (BiblioAttac). La idea central es proporcionar una base material, audiovisual y virtual de apoyo al trabajo de las distintas comisiones o grupos de acción que funcionan actualmente en ATTAC de manera que el trabajo de investigación, divulgación, información que son las bases del movimiento ATTAC, puedan verse facilitadas.

Por otro lado, tambien estará abierta al público en general, para cumplir con el mismo objetivo, pero en un mediano plazo, debido a que inicialmente nuestro objetivo es recolectar material especializado en los temas que principalmente trabajan los grupo de ATTAC, tales como globalización, economía, transgénicos, organización social, ecología, etc.lo que no implica que no recibamos material de otros temas ya que la variedad de temas es amplia. ( …)

BiblioAttac se implementará inicialmente con la donación voluntaria de material bibliográfico (Libros, revistas, documentos, etc) o audiovisual (Videos, CD rom, etc)

Estamos en fase de recolección y clasificación de donación de material y probablemente en un mes más iniciaremos los préstamos, en condiciones que aún no hemos definido completamente.

Los invitamos a participar.
Jaime Curaqueo - Attac Chile
http://www.attac.cl

Amigos:

Este año conmemoramos los 30 años del Golpe Militar y queremos aprovechar la fecha para poner sobre la mesa la urgente necesidad que tenemos como país de construir la memoria colectiva de esa etapa de nuestra historia, integrando los retazos que cada uno conserva y recuerda de lo que le tocó vivir, actuar y sufrir. Con este objetivo y de manera conjunta, las instituciones históricas de Derechos Humanos, con el apoyo del Museo de la Solidaridad Salvador Allende , entre el 19 de agosto y mediados de octubre, realizarán un encuentro, Memoria y Esperanza, que integrará los diferentes aspectos de la labor que ellos realizaron.

Será una muestra concreta de esta pedazo de la historia, un homenaje a las víctimas y una contribución al proceso de construcción de una sociedad fundada en la cultura del respeto a los Derechos Humanos.

Pero, para reconstruir es necesario reunir el mayor número de memoria que cada uno ha conservado. Esto significa que necesitamos el apoyo de todos y cada uno de ustedes. Queremos convocarlos a esta tarea, y pedirles que si tienen materiales que hayan guardado (fotos, documentos, recortes, artesanías, videos, música) nos lo faciliten en calidad de préstamo, teniendo la seguridad que estarán bien custodiados. A la vez queremos pedirles que difundan la iniciativa entre sus propias redes. De este modo integraremos cada pedazo de esta historia en esa memoria colectiva que aspiramos a construir.

( ... ) Los esperamos

MEMORIA Y ESPERANZA DE LOS DDHH EN CHILE A 30 AÑOS DEL GOLPE MILITAR

Organismos de Derechos Humanos
Carmen Garretón, Coordinadora
María Eugenia Rojas, Representante de ONG de DD.HH.
Amnistía Internacional – Chile
Centro de Salud Mental y Derechos Humanos (CINTRAS)
Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU)
Fundación de Ayuda Social de Iglesias Cristianas (FASIC)
Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad
Fundación de Protección a la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE)
Instituto Latinoamericano de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS)
Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ)

expo30@mi.cl Teléfono: 202 6706 Santiago. Chile. - 07/2003

Solo quería darles las gracias por este sitio.

Yo sólo tengo 25 años pero a pesar de que no alcancé a vivir nada de esta época tengo una conciencia social que hace que me llené de emoción, especialmente cuando veo de todo lo que era capaz la gente joven movida por sus ideales.

Ojalá Latinoamérica y el mundo hubieran tenido la oportunidad de construir la igualdad social sin la mano corrupta de los poderosos. ( ... ) Me encuentro estudiando un postgrado de USA ( ... ) trato de reivindicarme aportando a generar conciencia del horror que Estados Unidos ha llevado a Latinoamérica y Africa en el nombre del libre mercado.

Cuento los días para estar de vuelta en mi tierra...

Paulina Mena, University of Iowa, Estados Unidos. - 07/2003

Muy buena la expo. Saludos.

( 07/2003 ) -- La Voz de Víctor Jara. Suecia. - http://lavoz.de/victorjara/

Hola, quiero enviarles un saludo muy emocionado,

( 07/2003 ) -- Quiero felicitarlos a todos los que hicieron posible el sitio. Casi he llorado con sólo ver los afiches, me hizo retroceder en el tiempo. Este sitio es un tesoro y hay que divulgarlo. ( … ) Muchas gracias por mantener el sitio, muchas. Saludos desde Gotemburgo
Celmira, Suecia. - 07/2003

¡Cresta el trabajo pa' lindo que están haciendo!

( 07/2003 ) -- ... Un abrazo
Humberto Olea M. Chile. - http://www.cinearte.cl

Queridos

(no sé si puedo referirme a ustedes como amigo)

Después de leer atentamente la página me da mucha rabia e impotencia apreciar la capacidad de inventar y cambiar la historia de Chile que ustedes tienen.

Ni siquiera son capaces de reconocer la grave crisis que estaba el país, antes del glorioso pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973. ( … ) En esta página no son capaces de reconocer como la Unidad Popular destruyó Chile, sembrando el odio de clases y tratando de introducir la nefasta ideología marxista ( … ) En esta página no se habla de las guerrillas de izquierda que se estaban organizando en el país, con apoyo y financiamiento de la Unión Soviética, también de los guerrilleros provenientes de Cuba, para de esta forma provocar una lucha armada.

( … ) No se menciona con claridad que el país se encontraba en un estado de hambruna y decadencia inmenso. Por último no se puede hablar de que el gobierno militar terminó con el estado de derecho, ya que el estado de derecho se acabó el primer día de gobierno de la Unidad Popular.

Puedo decir con certeza que el gobierno de la Unidad Popular fue el peor en la historia de Chile. Finalmente, aunque sé que no son lo suficientemente valientes para publicar esta opinión, tengo el deber de agradecer a nuestras Fuerzas Armadas, por habernos salvado del comunismo que habría sido fatal en Chile ( … ). Por otra parte agradecer a esos miles de Chilenos que trabajaron patrióticamente junto al gobierno militar para reconstruir Chile. ( … )

Como yo si me considero un hombre Chileno valiente, que actúa con la verdad, me atrevo a poner mi nombre.

Maximiliano Letelier. Chile. 06/2003

Estimados amigos y compañeros.

Les escribo desde Malmö, Suecia para felicitarlos por vuestra excelente página ( … ) Somos un grupo en esta ciudad de Suecia que estamos preparando para Septiembre unas Jornadas con las cuales recordaremos los 30 años de la Victoria Popular.( … ) un gran abrazo y saludos para todos los integrantes de vuestro equipo.
Atilio Andrade. Malmö, Suecia.