Chile: Breve Imaginería política - 1970 - 1973

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Augusto Pinochet ha muerto

Cenzi - Celebración :

Cenzi - Celebración


Desde la radio La Legua, al sur de Santiago.
10 de diciembre del 2006

Augusto Pinochet ha muerto

Apenas se supo la noticia salimos a la calle ...

Se acaba de morir Pinocho, ahora son las 4h20 de la tarde, murió a las 2h15 y ahora nos dirigimos a la plaza Italia ...
Mabel, desde Santiago, Chile. Domingo 10 de diciembre del 2006. (video 1:44 min.)

Augusto Pinochet ha muerto

Augusto Pinochet ha muerto este domingo 10 de diciembre del 2006.
Sin haber nunca respondido por los crímenes cometidos durante 17 años de dictadura (1973 - 1990) : más de 3.000 asesinatos políticos, más de mil desapariciones y miles de personas detenidas, torturadas, forzadas al exilio. Jamás enfrentado a la Justicia, pues su salud, estimada frágil, fue considerada un elemento suficiente para evitarle todo proceso judicial.

Numerosas manifestaciones se producen en estos momentos en el país.
No a la Impunidad. Santiago, Chile. 10/12/2006
La Muerte le ganó a la Justicia. Santiago, Chile. 10/12/2006
Pinochet ha muerto. Santiago, Chile. 10/12/2006
Pinochet ha muerto: un perro menos. Santiago, Chile. 10/12/2006
Desaparecidos. Santiago, Chile. 10/12/2006
Pinochet: condena póstuma. Santiago, Chile. 10/12/2006
Los desaparecidos. Santiago, Chile. 10/12/2006
Plaza Italia, Santiago, Chile. 10/12/2006
Ni un paso atrás, Juicio y castigo. Santiago, Chile. 10/12/2006
Plaza Italia, Santiago, Chile. 10/12/2006
Desde Santiago, Chile. Plaza Italia, 10 de diciembre del 2006
Fotografías de Isabel Orellana, Sebastián Teillier, Cynthia Valenzuela.

¿Quién manda al Ejército chileno?

( 12/2006 ) -- El gobierno nos ha dicho que es de "mal gusto" hablar del funeral de Augusto Pinochet mientras esté vivo. Pero me temo que, cuando muera, será tarde. Y haremos –como país- algo que no podremos explicar ante la historia. Y cuando digo historia, hablo de nuestros hijos y nietos y todos los que vengan por delante.

Ya parece claro que si el deceso ocurre durante el gobierno de Bachelet, no habrá "funeral de estado" encabezado por nuestra Presidenta. Pero todo indica que el Ejército le rendirá "honores militares" a quien fuera su comandante en jefe por veinticinco años. Así lo informó la ministra de Defensa, ratificando lo antes dicho por el actual jefe del Ejército.

Primera pregunta: ¿Es el Ejército un organismo privado que puede decidir por su cuenta y riesgo lo que le venga en gana? La respuesta: no, se trata de un organismo estatal y, por ende, pertenece a todos los chilenos. Es uno de los cuatro organismos de la defensa nacional, cuyos salarios, armas, pertrechos y costoso entrenamiento son pagados con los impuestos de todos los chilenos. A ellos les damos –por ley- el "monopolio en el uso de las armas" justamente porque nos pertenecen a todos.

Segunda pregunta: ¿Quién manda al Ejército? Como ocurre en toda democracia, el poder militar está bajo el mando del poder civil. Hasta hace muy poco no era así, ya que la negociación que dio paso a la transición dejó "enclaves autoritarios" que impedían al Presidente de la República cambiar a los jefes del ejército, la armada, la aviación y la policía en caso de ser necesario. Además, les confería un rol clave en el Consejo de Seguridad Nacional que coartaba al Jefe de Estado. El cambio se logró durante la administración del Presidente Lagos.

Tercera pregunta: Si el ejército es obediente al poder civil, expresión de la soberanía popular, ¿quién realmente rendiría honores a Pinochet al momento de su funeral? Respuesta: todos los chilenos.

Cuarta pregunta: ¿Amerita el general Pinochet recibir honores militares? Respuesta: no, porque él mismo es el mejor ejemplo de quien transgrede gravemente el honor militar.

Vamos por puntos.

Rendir honores al general Pinochet es homenajear a quien indultó a los asesinos del comandante en jefe, general René Schneider.

Rendir honores a Pinochet es olvidar que su policía secreta asesinó, en Buenos Aires, al ex comandante en jefe Carlos Prats, su antecesor en el cargo. Y con él a su esposa.

Eso para empezar a hablar.

Sigamos con lo que dijo el general Joaquín Lagos Osorio durante la dictadura, evocando las masacres ocurridas en 1973, mientras era comandante en jefe de la primera división del Ejército: "Fue y es un dolor tan enorme, un dolor indescriptible. Ver frustrado lo que se ha venerado por toda una vida: el concepto de mando, el cumplimiento del deber, el respeto a los subalternos y el respeto a los ciudadanos que nos entregan las armas para defenderlos y no para matarlos" (1).

El general Pinochet violó todas las leyes nacionales e internacionales, incluyendo la Convención de Ginebra, para perseguir a los disidentes a su dictadura. Ordenó asesinatos, desaparición de prisioneros, torturas. Todo ello está debidamente acreditado en los informes oficiales de las comisiones Rettig y Valech. Con aprobación del Congreso y con cargo a fondos del Estado, se han pagado y se pagan indemnizaciones a las víctimas y sus familias.

Quinta pregunta: Si el Estado ha reconocido las graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura de Pinochet, ¿cómo es que el Estado va a rendir homenaje, a través del Ejército, a quien fue el jefe máximo de los agentes del Estado que cometieron tales crímenes? Respuesta: no puede hacerlo.

No vamos a agregar el fraude al Fisco que investiga la justicia tras descubrirse la red de cuentas secretas y millonarias del general Pinochet. Alguien podría decir que mientras no haya sentencia hay que darle el beneficio de la duda o la presunción de inocencia.

Pero tenemos que anotar, finalmente, que rendir honores militares al general Pinochet constituye un acto deleznable en el marco de lo que la propia justicia ya ha establecido. Y constituye un acto que atenta gravemente contra la misma democracia que nuestros legítimos representantes –en La Moneda y el Congreso- han jurado defender.

Última pregunta: ¿Qué cree usted que van a pensar los jóvenes cadetes de la Escuela Militar si participan en honores militares para el general Pinochet? Respuesta: que todo lo que hizo quien está en el féretro estuvo bien hecho. Y mañana, siendo generales, pueden repetir esas acciones.

Si todos los políticos –desde el oficialismo y la oposición- nos repiten "nunca más", si hasta el ex comandante en jefe Emilio Cheyre pronunció ese "nunca más" con solemnidad, ¿en qué quedamos? Muchos ciudadanos creemos que esto pone en jaque nuestra futura "seguridad" como nación y tenemos derecho a sentirnos desconcertados.

(1) Los Zarpazos del Puma

Patricia Verdugo

Movimiento Generación 80

¡No te mueras nunca!

( 12/2006 ) -- Mi vecina, antigua actriz, tributaria todavía de recursos histriónicos y una gran voz, se asoma a la puerta de su casa y da la clarinada noticiosa: ¡Murió Pinochet! ¡Por fin! ¡Se fue a la cresta el desgraciado! Y se desgañita sin dar muestras de que se agote su entusiasmo.

Conmoción en el condominio, que luego se extiende al barrio, a la ciudad, al país. El íntimo deseo de millones se ha cumplido. Las radios y los canales de televisión interrumpen sus programas habituales para propalar la noticia. Los diarios sacan a la calle ediciones especiales. Los políticos, los empresarios, los obispos persiguen a los medios para que el país conozca sus importantes opiniones. El ejército se moviliza como si se tratara de preparativos de guerra. El general Izurieta da su opinión. La familia Pinochet y Pablo Rodríguez Grez dan su opinión. Los ojos y oídos de la nación se concentran en la Fundación Pinochet , atentas a lo que ésta diga o haga. En La Moneda no saben cómo actuar y el comité político tras largas deliberaciones deciden que lo mejor es no decir nada. El prestigio del General, junto con el deterioro de su salud y la puesta en evidencia de sus crímenes, trapacerías y latrocinios, hace rato que se desplomó, y sin embargo, apenas la noticia de su muerte empieza a circular, medio millón de personas se prepara para asistir a sus funerales, que serán, que nadie lo dude, los más espectaculares de nuestra Historia. Así somos los chilenos. Ambiguos siempre, pero a la hora de nuestra hora, capaces de apretar filas, llevar nuestra mano derecha al corazón, y enjugar una lágrima final por el finado, diciendo unos –por boca de algún ministro o más bien del Cardenal—que no seremos nosotros quienes juzguemos, será Dios o la Historia quienes lo hagan, pero que , después de todo, el caballero, examinado en su contexto, tan mala persona no era; y vociferando otros, con el persuasivo vozarrón de Patricia Maldonado, que Pinochet era lo máximo, era El Rey.

Me siento aturdido, desconcertado, contrito ante tanta confusión. No sé cómo reaccionar, pero por fortuna, en el momento en que las floristas de la Pérgola de La Vega cumplen el ritual de cubrir con una lluvia de pétalos el multitudinario cortejo, y la angustia y la rabia comienzan a hacérseme insoportables, oigo otra vez la voz de mi vecina. Está llamando al mayordomo del condominio por alguna razón doméstica. Me doy una vuelta brusca en la cama y despierto.

Todo ha sido un mal sueño. Pinochet sigue vivo y lo celebro. Puede que el 86 haya lamentado el fallido desenlace del atentado del Cajón del Maipo. Cambié pronto de idea. Si a Jaime Guzmán, el torpe asesinato cometido por quienes confundieron los ideales revolucionarios con sus calenturas personales, hizo de él y para siempre un egregio prócer republicano cuyo nombre me asalta todos los días mientras vuelvo a casa por la avenida que perpetúa su recuerdo, no es difícil imaginar lo que habría ocurrido con Pinochet si hubiera muerto entonces o después, mientras su demencia subcortical no se manifestaba todavía y el general se paseaba airoso, sonriente y lozano, dueño de sí mismo, aplicando sus talentos y astucia en la búsqueda de los escondrijos bancarios donde poder ocultar los muchos dólares mal habidos.

Qué bueno que el General no se murió prematuramente. Qué bueno que siga vivo todavía. Y, ¡por favor! que no se nos muera mientras no toque fondo en la letrina de sus propias heces en que se está hundiendo. Queremos verlo cada vez más viejo, que enfrente a sus interlocutores con la mirada perdida, implorando algo, nunca el perdón, talvez sólo el dinero necesario para poder comprarle el último modelo de cartera Vuitton a la Lucia en su próximo cumpleaños. Queremos ser testigos de cómo se va achicando, no sólo moralmente, sino físicamente. Imaginarlo, en una escena que algún imitador de García Márquez no desdeñaría, convertido conforme a la imaginería de viejas filosofías, en un bebé de cien años, mientras sus incondicionales Hermógenes, Cortés Villa, Garín o Labbé se disputan fieramente el honor de acunarlo en sus brazos, susurrarle al oído tiernas canciones de cuna y depositarlo en su camita de anciano-niño, velando por el sueño finalmente apacible de quien yace en vida como si ya estuviera muerto, olvidado él del mundo y habiéndolo éste, a su vez, relegado al piadoso pero inexorable olvido sin perdón.

¡No te mueras nunca!

Carlos Orellana. Santiago, Chile.

... Escrito en otra de las ya numerosas ocasiones en que Pinochet llega al hospital militar justo en vísperas de un proceso judicial ( ... )

Por la anulación de la amnistía

( 11/2006 ) -- La existencia del Decreto Ley 2.191 de Amnistía, como norma invocada y aplicada para eximir de responsabilidad penal a los responsables de los crímenes cometidos en dictadura, sigue siendo uno de los referentes que caracteriza el legado institucional dictatorial que impide la construcción de una auténtica democracia. La falta de voluntad y decisión política de los gobiernos precedentes, ha terminado avalando la existencia de este resabio inmoral e ilegítimo.

La decisión que prontamente debe adoptar el Gobierno para dar respuesta a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por el caso del ejecutado político Luis Almonacid, ha reactivado una discusión que ya enfrentamos el año 1992, cuando senadores socialistas tomaron la iniciativa de enfrentar el tema, vía anulación de sus efectos. Las opiniones a favor, en contra o dubitativas de entonces, son las mismas de hoy, pero los tiempos no son los mismos. En la actualidad existe mayoría parlamentaria, los crímenes de la dictadura son crecientemente repudiados, contamos con mayor conciencia acerca de los deberes del Estado con las normas del Derecho Internacional y los temores que antes dominaron algunos espíritus se han ido disipando.

El Decreto Ley de Amnistía fue concebido como un mecanismo de auto perdón, por un régimen de facto, que cesó el funcionamiento del Parlamento y que en el goce de plenos poderes gobernó por medio de decretos leyes. La gravedad o alcance de ellos difiere en su sentido más profundo con el decreto ley 2.191, porque con él se buscó perdonar crímenes contra la humanidad cometidos o por cometerse hasta el último día de dictadura. Lo que se resolvió fue legalizar los asesinatos, desapariciones y torturas; eximir de cualquier responsabilidad penal a los ejecutores y asegurarse una permanente y estable impunidad.

La derecha, fiel a su connivencia con el ex dictador Augusto Pinochet, se alarma cada vez que el tema se acerca a la única resolución posible, su anulación. Se imagina a miles de uniformados ya no marchando en sus cuarteles sino en los Tribunales, lo que por cierto es parte de su profusa fantasía. En realidad, su drama tiene que ver con la posibilidad de que sus aliados ya no cuenten con la protección heredada.

Por su parte, el Gobierno se debate entre los pro y los contra, en la búsqueda del ajuste perfecto para no arriesgar, ni enfrentar dificultades u obstáculos y ello paraliza, entorpece, hace perder lo central de lo accesorio, precisamente cuando tiene todas las herramientas para abordar la anulación con poderosos fundamentos ético-políticos, que sólo puede reportarle fortalezas jurídicas, institucionales y morales.

Derogar el decreto ley 2.191, además de legitimar el auto perdón, podría dar curso a variadas interpretaciones jurídicas favorables a los responsables de los crímenes, lo que finalmente enfrentaría al Estado chileno a nuevas sentencias de la Corte Interamericana por incumplimiento de deberes internacionales, vulnerando así el Estado de Derecho y la imagen de nuestro país.

Anular el Decreto Ley 2.191, es la opción que nos permitirá adecuar efectivamente nuestra legislación a los Tratados Internacionales, invalidar su formal legitimidad, asegurar justicia para todos los crímenes contra la humanidad, reforzar la institucionalidad democrática e imponer el Derecho y los valores como el centro de nuestra convivencia.

Los firmantes de esta declaración, demandamos al Ejecutivo, y especialmente a la presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, el envío de un proyecto de anulación del Decreto Ley 2.191 de amnistía y declaramos que cualquier otra fórmula será rechazada por atentar en contra del Derecho a la justicia.

AGRUPACIÓN DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS (AFDD)
AGRUPACIÓN DE FAMILIARES DE EJECUTADOS POLÍTICOS (AFEP)
AGRUPACIÓN NACIONAL DE EX PRESOS POLÍTICOS (ANEXPP)
CORPORACIÓN RETORNADOS
CORPORACIÓN DE BENEFICIARIOS PRAIS
ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS
COMISIÓN ETICA CONTRA LA TORTURA
AMNISTÍA INTERNACIONAL SECCION CHILENA
CORPORACIÓN DE PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO (CODEPU)
CINTRAS
FUNDACIÓN DE AYUDA SOCIAL DE IGLESIAS CRISTIANAS (FASIC)
FUNDACIÓN VICTOR JARA
ASOCIACIÓN AMERICANA DE JURISTAS RAMA CHILENA
AGRUPACIÓN NACIONAL DE EMPLEADOS FISCALES (ANEF)
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES (CUT)
SENADOR JOSÉ ANTONIO GÓMEZ
DIPUTADO SERGIO AGUILÓ
DIPUTADO TUCAPEL JIMÉNEZ
DIPUTADO JUAN BUSTOS
COLEGIO NACIONAL DE PROFESORES
COLEGIO REGIONAL METROPOLITANO DE PROFESORES
COLEGIO MÉDICO VETERINARIO DE CHILE
PARTIDO COMUNISTA
PARTIDO HUMANISTA
PARTIDO IZQUIERDA CRISTIANA
MEMORIA MIR
JOAN JARA
GRACIELA ÁLVAREZ
NELSON CAUCOTO
HIRAM VILLAGRA
HUGO GUTIÉRREZ
RUBÉN JEREZ
ALEXANDRO ÁLVAREZ
LUIS CORREA
JUAN SUBERCASEAX
JULIA URQUIETA
EDUARDO CONTRERAS
FABIOLA LETELIER
FEDERICO AGUIRRE
ALBERTO ESPINOZA
MANUEL JACQUES

http://www.lainsignia.org/2006/noviembre/ibe_052.htm

Chile, corrupción: El origen del que nadie habla

( 11/2006 ) -- Hubo un tiempo, en Chile, en que estuvimos a tiempo. Suena a redundancia, pero así fue. Ocurrió a partir del 11 de marzo de 1990, después que el general Pinochet se desprendió de la banda presidencial en solemne ceremonia y –de manos del presidente del nuevo Senado- se la ciñó el ciudadano Patricio Aylwin.
¿Qué tiene que ver eso con el escándalo de corrupción de Chiledeportes o con las facturas falsas en la rendición de cuentas electorales del senador Girardi? Han pasado casi diecisiete años y cualquiera puede responder "nada que ver".

Yo quiero demostrarle que sí tiene que ver, que están estrechamente relacionados ambos escándalos. ¿Qué estoy calificando de "escándalo" ese primer cambio de mando de la transición? Sí, lo estoy haciendo.

Me explico. De todo hay en la viña del Señor y tuvimos antes prueba de ello. Durante la lucha contra la dictadura, muy de vez en cuando sabíamos de algún dirigente sindical que –de modo preciso- fue "asaltado" tras recibir dinero de la solidaridad internacional. Eso ocurría en una plaza de Estocolmo o en una esquina de Santiago de Chile. O sabíamos de algún encargado internacional de partido que salía por el mundo pasando el platillo para un determinado proyecto y, de regreso, entregaba una parte y se guardaba el resto para sus "gastos" personales. Ni siquiera podíamos escribir sobre estos temas –autocensura total- porque armar un escándalo era "entregarle balas al enemigo". Y el enemigo era fiero, practicaba el degüello de disidentes hasta en 1985 y la desaparición de prisioneros hasta en 1987.

Por entonces ocurrió. Me refiero al origen. Comenzó la negociación entre los representantes de la disidencia y los de la dictadura. Como avales: el Vaticano y la Casa Blanca. Había que impedir que Chile se transformara en una segunda Nicaragua, con guerrilleros del FPMR tomándose el palacio presidencial. Se unieron los partidos –dejándose al margen al PC, padre de los guerrilleros- y llegamos finalmente, dos plebiscitos y elección mediante, a la inolvidable escena del 11 de marzo de 1990.

La clave estuvo en el segundo plebiscito, a mediados de 1989. Casi nadie lo recuerda. Nos convocaron para modificar la espuria Constitución del ’80. Las modificaciones habían sido pactadas entre la Concertación y la derecha pinochetista. Y se pactó que el general Pinochet continuaría al mando del Ejército por ocho años y que no fiscalizaríamos ninguno de sus actos administrativos. Es decir, aceptamos que el criminal y corrupto dictador siguiera a cargo de los arsenales de guerra, así como dimos la bendición a todo lo obrado durante su dictadura.

Ese fue el origen. En las bóvedas de CORFO, se guardaron decenas de miles de documentos que comprobaban cómo la derecha pinochetista había saqueado las empresas del Estado al momento de privatizarlas, amén de muchos ilícitos durante su militar administración. Yo misma vi, sólo por dar un ejemplo, una mesa de directorio cubierta por papeles –de casi medio metro de espesor- que probaban la corrupción en Televisión Nacional. Y así suma y sigue.

Sobre nada de eso podía escribirse. Autocensura total. Podíamos poner en riesgo la frágil y renaciente democracia. Y cuando fue inevitable el escándalo sobre los "pinocheques", donde el ex dictador tenía estampada su firma en los cheques a favor de su hijo por casi tres millones de dólares, el presidente Frei intervino y dio "razones de Estado" para que el CDE retirara la querella.

Cuando la Concertación aceptó la impunidad de Pinochet, respecto de las violaciones de derechos humanos y su corrupción administrativa, así como la de su familia, abrimos la puerta para que cualquiera se sintiera con derecho a meter las manos en la caja estatal. Cuando se aceptó compartir salones y cócteles con los nuevos ricos de la dictadura, posando todos juntos para las páginas de "vida social", se abrió la puerta hacia el infierno.

Como canta el tango Cambalache, ya dio lo mismo ser asesino que ladrón. Si tenías poder para asegurarte la impunidad, adelante…

¿Tenemos posibilidades de construir un país ético y estético a la vez? Sí, tenemos. Para eso hemos recibido clave ayuda internacional, porque si de nosotros dependiera "no se movería una hoja". Primero tuvimos la ayuda de España para arrestar en Londres al ex dictador, aguando la fiesta de Pinochet como flamante senador vitalicio. Eso fue en 1998. Luego tuvimos la ayuda del Senado de Estados Unidos, con la completa investigación sobre las cuentas secretas de Pinochet. Eso fue en 2004. Y ahora recibimos el auxilio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos recordándonos que el decreto de auto-amnistía debe ser anulado o derogado.

¿Qué tiene que hacer la alianza gobernante? Dar luz verde para que los tribunales condenen a Pinochet de una vez por todas. Por sus crímenes de lesa humanidad y por el saqueo de la caja estatal. No irá a la cárcel –la ley protege su ancianidad- pero se hará lo que es debido. Eso para empezar a hablar. Y luego seguimos con la Modernización del Estado y con las reformas al interior de los partidos para que no sean copados por "picantes" –como calificó un dirigente político- que sólo buscan lucimiento y coimas. Suma y sigue


Patricia Verdugo. Chile
http://www.pieldeleopardo.com/
Noviembre 2006

De pingüinos, esperanzas y retornos

( 10/2006 ) -- Despierto sobresaltada por la tele que anuncia que el alcalde, ex guardaespaldas de Pinochet, mandó desalojar a los pingüinos que se tomaron el liceo A 12 – Alessandri, de Providencia. Es la segunda oleada de movilizaciones pingüinas por lograr una educación que no condene a los pobres a reproducir el ciclo de la pobreza, y que deje de ser el festín de los negociantes de ganancia rápida subsidiada por el estado.

Cuando yo era pingüina en la clase de música el viejo Milton nos instruía en marchas militares; como era época del Plan Cóndor, los dictadores se visitaban entre sí para resolver los asuntos del horror, y tuvimos que cantarles las canciones nacionales (los valientes soldados y oíd mortales el grito sagrado: libertad, libertad, libertad…) a Pinochet y Videla en el Templo de Maipú.

Conspirábamos contra la dictadura armando grupos culturales, y a punta de poemas y rayados, íbamos nutriendo las conciencia de los liceanos que vivían su despreocupada adolescencia mientras nosotras madurábamos de golpe sabiendo que el nombre de nuestra base de la jota era un tributo a la profesora Marta Ugarte, devuelta entre algas y alambres de púas por el mar como primera detenida desaparecida recuperada, que ayudó a develar el genocidio programado.

Cuando yo era pingüina, todavía en el mismo liceo podíamos estudiar los hijos de empresarios y los hijos de los campesinos. Aún no se implementaban las contrarreformas neoliberales en la educación, todos los que tenían capacidad podían llegar a la universidad, la educación no era un bien transable en el mercado. Aún había arancel diferenciado en la universidad. Recuerdo a mi compañera Cecilia, vivía en un campamento, era delgada como un hilillo de agua y lucía una extraña palidez morena que yo intuía producto del hambre y las trasnochadas de estudio. Me la encontré años más tarde siendo enfermera y compartiendo su profesión con la pintura y el arte. ¿Cuántas Cecilias puede haber hoy en los campamentos?

Vivíamos alegre e intensamente cada día aún sabiendo que el horror acechaba a la vuelta de la esquina. La lucha por la libertad y la justicia nos llenaba de sentido la vida.

Dejé de ser pingüina y me incorporé a las luchas universitarias. Entré al Pedagógico el último año que perteneció a la Chile, aquel año 80 que marcaría el nombre de nuestra generación, y que recuerdo lleno de mítines y asambleas para repudiar al dictador en el plebiscito.

Ya terminando la carrera, hice una práctica profesional en el mismo liceo que desalojó el alcalde pinochetista, uno de los emblemáticos de la lucha de los actores secundarios de fines de los ochenta.

Años más tarde, me encuentro en un nguillatún en Alto Bío Bío, antes que las trasnacionales y el gobierno de Frei hijo erigieran los muros de la represa etnocida. Las familias pewenche han bajado de sus comunidades al lugar del encuentro, guaguas, abuelas, abuelos, hombres y mujeres se congregan en la explanada del nguillatúe. Amaso kilos de harina con las ñañas que me enseñan el milagro del pan al calor de las fogatas. Converso con un joven citadino, que primero creí mapuche; entre los cantos y el galope de los caballos me cuenta que ha optado por dejar la comodidad de su departamento en la plaza Ñuñoa para hacerse "flecha veloz" junto a los lamgien (hermanos y hermanas) en la montaña. Intercambiamos confidencias y asombros pewenche bajo las estrellas. "yo estuve en la primera toma del liceo Alessandri, allá por los ochenta".

Veo el desalojo por la tele y todas estas imágenes pasan por mi mente. La vida tiene ciclos y retornos que sorprenden. Beso a mi hijo pingüino que duerme en la frente. Pienso que aún tenemos esperanzas.


Paz Rubio
Movimiento Generación 80 (G-80)

Legua York - Mi país

( 10/2006 )

Con un clip en homenaje a las BRP ...
Saludos
http://www.leguayork.net/

Brigada Elmo Catalán

( 10/2006 ) -- ... muralesCreo que la tercera imagen con murales de la BEC corresponde a una de las salitreras. Puede ser María Elena o la ya cerrada Pedro de Valdivia y es con motivo de la campaña de producción de la Sociedad Química y Minera de Chile por el millón de toneladas de salitre y las tres mil de yodo.
José Antonio Araya. Chile.

Encuentro valioso el aporte en cuanto a referencias musicales históricas,

( 09/2006 ) -- ... pero considero que falta un tema importante que es la música folclórica urbana, específicamente la Cueca brava (con personajes como Hernán Núñez Oyarce, Fernando González Marabolí, etc), que ha estado bajo el cuidado del roto que emigró del campo a la ciudad en busca de la vida. Considero que es necesario hacer referencia puesto que a pesar de ella no expresar una postura explícitamente izquierdista, sí es verdadero caudal de identidad nacional y total contra cultura hacia influencias externas imperialistas de las cuales se hace mención en la página.
Un Roto. Santiago, Chile

Muchach@s: quiero felicitarlos por su iniciativa

( 09/2006 ) -- ... que recupera y rehabilita una manifestación histórica de nuestra memoria. Soy profesor universitario de comunicación y actualmente me encuentro elaborando una propuesta de comunicación local - actualizada para el nuevo contexto del país - dentro de la cual el mural mantiene su vigencia como medio de comunicación y apropiación del espacio público. Más hoy cuando el espacio público está tomado por la publicidad y se ha privatizado. ( ... ) Les saluda,
Oscar Bustamante. Chile

¿Cómo obtener los discos de la Peña de los Parra?

( 09/2006 ) -- ... Llevo años buscándolo ( ... ), bueno sin darles mas lata y felicitando el sitio me despido. Cuando miro la rosa que sangra me hace feliz ser chileno y lo lindo que es querer y luchar por los ideales, gracias. Muy Atte
Manuel Cortés Pizarro, Antofagasta, Chile.

Estoy muy impactado, qué cosa tan maravillosa toda esa época.

( 08/2006 ) -- Tantos recuerdos que me traen. Los felicito muy conmovido por tanta sensibilidad, tan gran trabajo. Tengo también que agradecerles porque son mi primera visita al internet. Fuera de usar un poco el mail de vez en cuando no conocía casi nada internet. Mi hija menor y su marido me arrastraron a mirar la página (con mucha paciencia) y ha sido un enorme descubrimiento. Ella me va a buscar otros sitios.
Les saluda muy atentamente
Alberto Villanueva, España

Estuve revisando tu página

(07/2006) -- Y no solo la encontré mejor sino que más fresca y siento que el período histórico que nos ha tocado vivir es no del pasado sino de siempre, en la medida que se luche por la justicia, la verdad y en contra de la explotación... esas esperanzas la hace siempre presente.
Puño y letra, movimiento social y comunicación gráfica en Chile. De Eduardo Castillo

La informacion que te tengo que dar es que Eduardo Castillo terminó su libro titulado Puño y Letra ...

Con las mismas ganas en el futuro
Un abrazo
Mono González. Chile. 07/2006

( Puño y Letra,
movimiento social y comunicación gráfica en Chile.
de Eduardo Castillo Espinoza
)